Este sábado el Maestro llegó más temprano que lo habitual y se puso a practicar tui shou con nosotros. Unos minutos con cada alumno. Al menos para mí, fue muy estimulante; no conozco a nadie que haga tui shou como él y siempre se aprende algo nuevo en cada encuentro.

-Hoy vine a hacer tui shou con los alumnos porque después de tanta charla la gente puede pensar “este tipo habla y habla, pero con hablar no basta”. Y es cierto, no basta con las palabras; es necesario sentir y experimentar uno mismo. Por eso hice tui shou con ustedes, para que puedan sentir cómo es nuestra manera de hacer tui shou. Es importante desarrollar la sensibilidad, pero también es importante la técnica. Si uno está muy tenso y ansioso por ganar, no va a aprender nada. Por eso, si el alumno no aprendió a practicar relajado, mejor que no haga tui shou. Estando rígido es muy probable que salga lastimado.

-En nuestra Escuela el alumno avanza lentamente en el aprendizaje de la forma. Un mismo movimiento lo repite muchas veces porque es necesario acumular tiempo de práctica para comprender la esencia de la técnica. La sensibilidad y la fuerza nacen de esta forma de práctica.

-En la vida es necesario practicar para lograr experiencia y comprensión. Es como transformar el hierro en acero. Al practicar, aprendemos a tomar aire y a dirigir la energía por todo el cuerpo, incluso al cerebro y allí se produce la transformación que refina la energía haciéndola más pura y concentrada. Todo eso se aprende a través de la práctica. La gente no nace sabiendo esto, no es algo instintivo; hay que aprenderlo y cultivarlo.

-En la Naturaleza encontramos todo tipo de materiales para construir lo que necesitamos, pero las cosas no se hacen solas. Hay que trabajar, hay entrar en acción para hacerlas. El ser humano es capaz de grandes logros, pero sólo a través de la práctica. Dong Hai Chuan, el patriarca de nuestra Escuela, era capaz de hacer cosas asombrosas porque practicaba con disciplina, paciencia y concentración. No nació sabiendo; se fue perfeccionando con la práctica.

-Además, todos los logros que alcanzamos a través de la buena práctica sirven de punto de partida para las vidas siguientes. En nuestra práctica se pueden lograr grandes resultados en poco tiempo, tres o cinco años. Pero hay que comprender a profundidad las cosas y eso se logra prestando atención a los detalles pequeños. Los alumnos más antiguos entienden de lo que estoy hablando. Las cosas que al comienzo parecían imposibles, después de algunos años de práctica se hacen posibles.

-La práctica es lo que permite comprender en profundidad la teoría. Escuchar y repetir una teoría no significa comprender esa teoría. Esto sólo se logra haciendo, poniendo en acción la teoría. A los alumnos avanzados siempre les regalo plantas y les explico de qué manera cuidarlas y nutrirlas. Lo hago porque a través de la práctica concreta con las plantas ellos van a comprender en profundidad todo lo demás, el arte marcial y la vida en general. En el patio de mi consultorio tengo plantas y algunos pacientes las ven y dicen que les gustan las plantas y todo lo natural. Pero si uno se limita a comprar una planta en el vivero y regarla y mirarla, no comprende lo mismo que aquel que la plantó a partir de un brote, se ensució las manos con la tierra, la cuidó y nutrió a lo largo del tiempo, siguiendo los ciclos de la Naturaleza.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 31  de mayo de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.