Hablan los alumnos_2

Jun 28th, 2014 | By | Category: Charlas con el Maestro

Dijo Luis Beltrán:

-Cuando me enteré de que había que hablar de las enseñanzas del Maestro en relación a la propia vida, me di cuenta que hay algo muy grabado en mi, que es el tema de los detalles.

-El maestro habla muy seguido de los detalles, de los pequeños detalles que pueden transformar todo un movimiento de la forma. Cuando uno comienza con el aprendizaje de la forma, prestar atención a los detalles es una tarea muy difícil ya que todavía uno no recuerda bien los mismos movimientos y todo se complica cuando la mente intenta ir en la dirección del recuerdo de los movimientos principales y por otro lado atender a los pequeños detalles.

-Yo antes era una persona mas bien muy encerrada en mi mismo. Era un poco bruto con los demás, no saludaba a los compañeros de trabajo cuando llegaba o cuando se cruzaban conmigo en los pasillos, decía las cosas de una forma tosca, sin compasión y la mayoría de los días transcurrían así. Cuando alguien se quejaba, respondía “yo soy así, pero vas ver que cuando de verdad necesites a alguien, yo voy a estar ahí”. En general sucedía eso, cuando alguien estaba en problemas serios, ahí estaba yo. Pero el resto de los días seguía siendo la misma bestia de siempre.

-Luego comencé a venir a taichi y me enfocaba en la forma y cuando el Maestro hablaba yo pensaba: “¿y cuándo vamos a aprender la forma?”. No prestaba mucha atención pensando que el tiempo estaba pasando y yo sin aprender la forma.

-Con el tiempo, hubo algunas crisis en mi vida que me dejaron más receptivo a las enseñanzas y mi mente comenzó a cambiar. Comprendí que en realidad la vida está compuesta por pequeños detalles, por pequeños actos de amor y compasión y no por grandes hazañas. Y que realmente son esos pequeños actos los que cambian la vida, así como un pequeño ángulo en un pie puede modificar totalmente la dirección de la fuerza que uno aplica en un movimiento de la forma.

-Y eso es lo que más me queda grabado de las enseñanzas, la atención a los pequeños detalles. Todavía siento que me queda mucho y que cada tanto me sale lo bruto, pero bueno, cada tanto intento estar más atento y practicar la paciencia, disciplina y concentración.

 

Dijo Miguel Spinelli:
-Uno de los aprendizajes que me ofrece este camino del taichi es incorporar la autocrítica en principio para cuando ocurre una situación desagradable que me involucra. Si es que ocurrió, preguntarme si antes pude haber hecho algo para evitarla y si no se desencadenó, hacer algo para prevenir y que no ocurra ó al menos que no lastime a nadie.

-Con la práctica interna desarrollamos la sensibilidad y la fe en nuestro potencial. Practicando lento y concentrados en el detalle vamos a prestar atención a todo. Además, como la energía circula, podemos entender a la Naturaleza y su energía vuelve a nosotros.

-El Maestro nos enseña que dentro nuestro está todo lo que necesitamos. Tenemos un pequeño universo que es energía y al mismo tiempo formamos parte de otro universo mayor, el cielo, que también es energía. Todo está en un equilibrio inestable, el yin y el yang. Si ese equilibrio fuera estable no habría movimiento, no habría vida. Por eso nuestra vida no es una línea recta con principio y final, sino circular y en movimiento. Para que la energía circule es necesario que existan campos de energía diferentes. Como en el taichi.

-Nos ayudará mantener una mente simple. La vida es un estado de adaptación permanente. Tenemos una misión que es distinta para cada uno y es nuestra voluntad para pagar el karma. Pero en ese camino debemos actuar con misericordia y con amor. Tomar conciencia que somos parte de una cadena ecológica le da mas sentido a nuestras vidas. Por eso también debemos prepararnos pensando en el otro, con trabajo voluntario, reciclando. Así sanaremos la mente y el corazón. Ayer pasó. Hoy debemos pensar y hacer, pensar y caminar. NAN MO A MI TUO FOO. Gracias, Maestro.

 

Dijo Pablo Olmos:

-Una vez le pregunté al Maestro qué era lo más importante para la práctica y me dijo que era la concentración. Más adelante nos enseñó las tres palabras: disciplina, paciencia y concentración. Sin disciplina y paciencia en la práctica, es difícil llegar a la concentración.

-Mirando hacia atrás en el tiempo descubro cómo a través de la práctica disciplinada uno puede conocerse mejor a sí mismo y al propio cuerpo. Descubrí músculos que no sabía que tenía. A nivel mental me hice más conciente, no solo en el área del arte marcial sino también en las cuestiones del espíritu. Uno también se da cuenta de cuánto le falta por mejorar, tanto en el taichi como en el cultivo espiritual. Por eso el Maestro siempre dice que lo que aprendemos en la clase de taichi chuan nos sirve para el resto de las cosas. Porque todo eso lo podemos aplicar en el cultivo espiritual, en el trabajo y en cada momento de la vida.

-Otra cosa que el Maestro enseña es que además de trabajar en el auto-cultivo, es importante trabajar y ayudar a otros. Eso a veces cuesta, pero después brinda una sensación de gran plenitud. Es importante ayudar a otros y dejar de pensar tanto en uno mismo.

 

Dijo Gastón Picard:

-El Maestro siempre dice que la paciencia, la disciplina y la concentración son partes fundamentales de la práctica. Algunas veces nos habló también sobre la psicología. La psicología del otro y la de uno mismo. Cuando recitamos nan mo a mi tuo foo estamos pidiendo iluminación. El Maestro nos dice que si recitamos con total devoción se van a producir cambios. Y esos cambios se dan en uno mismo, lo que ayuda al cambio de la situación.

-Esto se ve también cuando practicamos tui shou. El cambio que se necesita para salir de una situación trabada está en uno mismo. A veces, en lugar de hacer fuerza, es mejor aflojar. Esto está relacionado con el equilibrio, el balance. Hay que motivar al otro para que haga algo; hay que motivarse a uno mismo para mejorar.

-El Maestro siempre habla del balance presente en la Naturaleza. Una vez nos llevó bien temprano a la mañana para ver el enorme ombú que está cerca de aquí y nos hablaba del balance del árbol, capaz de sostener una rama de casi diez metros. Ese balance que vemos en la Naturaleza tratamos de reproducirlo dentro nuestro.

-El Maestro también habló sobre la ambición, como esas ganas de extenderse más allá de lo que uno puede. Cuando practico la forma y me extiendo demasiado en un movimiento eso me hace perder el equilibrio. Eso lo veo reflejado en mi vida diaria. En el trabajo, cuando trato de hacer más de lo que puedo y eso hace que empiece a perder el balance. Se pierde el balance con la familia, con los compañeros de trabajo. Incluso se pierde el balance de la energía propia y eso es algo importante para mí trato de tener siempre bien presente. ¿No estoy tratando de llegar más allá de donde realmente puedo? Por eso, con disciplina y concentración, trato de fijarme en lo que hago a ver si estoy dentro de los límites de lo que puedo y debo o si estoy queriendo pasar esos límites para figurar o para demostrar algo.

 

Dijo Sergio Arakaki:

-La esencia la podemos vincular con lo que nos enseña el Maestro sobre el “pequeño detalle”. A medida que vamos entendiendo y aplicando este concepto en nuestra práctica, nos damos cuenta de que el aprendizaje es entonces continuo y sin fin, ya que al comprender el “pequeño detalle” nos lleva a otro “pequeño detalle”… y asì sucesivamente. Por esto es importante la concentración para que la esencia sea asimilada, internalizada no sólo en nuestro cuerpo con la práctica continua, sino también en nuestro espíritu.

-Cuando uno logra aplicar esto en la vida diaria, poniendo atención en todo lo que hacemos o sucede a nuestro alrededor, descubrimos que en nuestro ser interior, en nuestro Dios interno, están las respuestas sobre cuál el camino correcto, cómo disfrutar la vida, cuál es el camino de la armonía, de la paz.

-A veces tenemos dudas, incertidumbre o hay situaciones que no son de nuestro agrado o no entendemos la presencia de determinadas personas en nuestro ámbito social, si comprendemos la esencia de la enseñanza de dichas situaciones, entonces no nos quedamos con lo negativo sino que dejaremos fluir la energía y transformaremos la energía negativa en algo positivo.

-En este aprendizaje de la esencia y la práctica constante no nos tenemos que dejar tentar a ser altaneros y creernos que sabemos todo, dejarnos caer en la trampa del ego. Debemos ser humildes y tener corazón y espíritu de principiantes, ser “cuencos” vacíos dispuestos a ser llenados de sabiduría.

-Todo esto lo enseña el Maestro, pero sólo la teoría no es suficiente, sino que todos los conceptos hay que llevarlos a la práctica por uno mismo, experimentarlo, vivirlo, sólo así aprenderemos. Somos almas viviendo una experiencia humana y Dios nos dio el libre albedrío para elegir el camino que creemos conveniente, el camino que decidimos que le da sentido a nuestra vida. Estamos destinados inexorablemente a ser felices, más tarde o más temprano volvemos a ser Almas de Luz en el Universo, el camino recorrido dependerá de nuestra voluntad y de cómo apliquemos la disciplina, práctica y concentración en la búsqueda de la esencia de nuestro ser

 

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Resumen de las palabras de discípulos y alumnos del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 28 de junio de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

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