Hambre

Sep 21st, 2014 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Hoy Carla volvió a la plaza después de algún tiempo-dijo el Maestro-. Cuando le pregunté qué la hizo regresar me dijo que sentía hambre de taichi chuan.

-¿Qué diferencia hay entre ser pobre y estar hambriento? ¿Qué diferencia hay entre estar hambriento de espíritu y ser pobre de espíritu?

-El hambriento de espíritu es alguien que quiere aprender y profundizar en la práctica espiritual –dijo Hernán-, en cambio, el pobre de espíritu es alguien que está estancado y no desea salir de ese nivel en el que está.

-Correcto. El que siente hambre sale a buscar para saciar esa hambre. El pobre no entiende por qué está donde está. Cree que tuvo mala suerte. Es preferible tener hambre espiritual que pobreza espiritual. El que tiene hambre sabe que le falta y va a buscar; el pobre no entiende nada.

-El pobre-rico es aquel que lucha para salir adelante. El pobre-pobre se incapaz de salir de su situación; es de los que dicen:”yo soy así”. Pensando de esta manera es muy difícil cambiar y salir adelante.

-Es importante prestar atención a los detalles pequeños, a las palabras que usamos. Cuando ustedes profundicen en la práctica poniendo mucha atención en los detalles pequeños van a comprender la esencia de todas las cosas. El otro día practicando tui shou con Daniel Dos Santos vimos cómo cualquier técnica tiene su contra-técnica que, a su vez, tiene su contra-técnica, y así.

-El Maestro me explicaba que no hay técnicas definitivas –dijo Daniel-. Si uno aplica una técnica, el otro puede neutralizarla y responder con otra técnica, y así de manera indefinida; nunca termina.

-Todas las técnicas se pueden encadenar, una detrás de la otra. No existen técnicas infalibles. De todas las técnicas “infalibles” es posible salir. En el año 1988 un alumno me decía que es imposible salir de una llave de cuello. Le pedí que me la hiciera; me solté y lo tiré al suelo; tres veces.

-El otro sábado les dije que todos los días deben practicar con la misma concentración que exhibieron el día de la ceremonia de homenaje al Sikong. Ese día le rendimos homenaje y de esa manera le mostramos dónde estamos. A partir de ahora el Sikong va a estar presente todos los días de práctica en esta plaza. Por eso, en todo momento hay que actuar con concentración perfecta, porque el Sikong está mirando.

-A pesar de que el espíritu del Sikong está presente, cada uno debe practicar para sí mismo. No practicamos para que nos miren de afuera; practicamos para nosotros. El maestro enseña, pero no practicamos para el maestro; practicamos porque tenemos hambre de taichi chuan. El maestro nos enseña el camino y nos corrige cuando nos desviamos, como un tutor mantiene derecho al árbol cuando es joven para que crezca derecho. Pero hay un momento en el que hay que quitar el tutor. El pino alrededor del cual practicamos tiene una marca en la base del tronco. Seguramente cuando era un árbol joven lo ataron con una soga o alambre. El tronco fue creciendo y quedó la marca. El tutor ayuda a crecer sin desviaciones, pero si no se lo quita en el momento adecuado, termina perjudicando el crecimiento del árbol.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 20 de setiembre de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

One comment
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  1. Fundamental la distinción entre hambriento y pobre.

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