Al llegar a la plaza nos pusimos a trabajar para preparar el lugar para la ceremonia de homenaje al Maestro Wang Shu Chin.

Unos barrían el piso, otros instalaban el altar, colocaban el retrato del Sikong, sujetaban las banderas de la Escuela, preparaban las ofrendas, las flores, el incienso. Mientras tanto, el Sr. Chen registraba todo con su filmadora y la Sra. Begonia, nuestra entusiasta maestra de ceremonias, ordenaba sus papeles

Terminados los preparativos, todos los alumnos se formaron en tres hileras. Frente al altar se ubicó el Maestro con dos discípulos a cada lado. La Sra. Begonia hizo una breve introducción explicando el motivo de la ceremonia, encendió los sahumerios y se los entregó al Maestro. Luego de rezar silenciosamente, el Maestro ofreció el incienso al Sikong. Cada uno de los cuatro discípulos, tomamos un plato de comida para ofrecérselo al Sikong. Luego, el Maestro y los cuatro discípulos nos pusimos de rodillas frente al altar e hicimos tres saludos. Luego hicieron lo mismo los demás alumnos.

El Maestro dijo:

-Mi Maestro llegó a Taiwán y enseñó ahí su arte durante muchos años. Una vez, llegó desde Japón una invitación para viajar allí y mostrar el nivel de las artes marciales de Taiwán. Mi Maestro viajó e hizo una demostración pública frente a maestros de diversas artes marciales japonesas. Algunos quisieron cruzar manos con él y fueron neutralizados uno a uno. Entonces, el mi Maestro pidió que vengan de a varios y a todos los neutralizó sin gran esfuerzo. Ahí comenzó a crecer su prestigio en Japón y muchos le pidieron que se quede a enseñar su arte.

-Luego de Japón, el arte de mi Maestro se diseminó por los cinco continentes. Su técnica era muy fuerte, pero siempre enseñó que su arte no debía usarse para buscar pelea o para oprimir a los demás, sino para proteger al más débil.

-También enseñó a respetar el camino de la práctica. Esto significa que hay un camino a seguir para ir avanzando en la práctica y que ese camino debe seguirse sin desviarse y sin tomar atajos. Primero hay que aprender bien a fondo, antes de enseñar.

-Luego del fallecimiento de mi Maestro, todos los años, para su cumpleaños se hace en Taiwan una ceremonia así, frente a su monumento funerario. Las enormes distancias nos impiden asistir a esas ceremonias. Por eso, a partir de ahora vamos a hacer todos los años esta ceremonia de homenaje aquí, en nuestro lugar de práctica.

-Para terminar la ceremonia, vamos a hacer todos juntos, con mucha concentración, la primera parte de la forma de taichi chuan, así, frente al retrato de mi Maestro, para que pueda ver nuestra práctica.

Luego de las palabras del Maestro,  algunos discípulos hablamos para contar nuestra experiencia en la Escuela. También nos tomamos fotos y comimos ricas galletas tradicionales del Festival de la Luna.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 6 de setiembre de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.