-La semana pasada estuvimos practicando tui shou móvil- dijo el Maestro-. Hay mucho por corregir. Lo importante es aplicar bien la técnica y no hacer demasiada fuerza. Veo que están haciendo demasiada fuerza, tanto los nuevos como los más antiguos. Esa no es la manera correcta de hacer tui shou.

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-¿Qué tal? – preguntó el Maestro-. ¿Cómo pasaron la Navidad? ¿Comieron mucho? ¿Bebieron mucho?

-Mucho pan dulce –dijeron algunos.

-En las fiestas alguna gente come y bebe demasiado. Otros usan pirotecnia sin prudencia provocando daños a sí mismos, a otras personas y generando incendios. Las noches de las fiestas las guardias de los hospitales trabajan mucho más atendiendo este tipo de casos.

-Lo que motiva a esa gente a actuar así es el deseo de divertirse y disfrutar, pero el resultado termina siendo desastroso. Se busca excitación y el resultado termina siendo la tristeza. Todos los años se repite la misma situación. Hace diez años un señor salió a “festejar” con su pistola. Disparó un tiro al aire y, al caer, la bala mató a su hijo. ¿Cuánta gente perdió la vista por la pirotecnia?

-Si uno quiere usar pirotecnia tiene que hacerlo de manera segura y en un lugar adecuado, donde no perjudique a otros; por ejemplo, en la playa o la costanera. No se puede hacer en cualquier lugar.

-Hace tiempo una señora me preguntó qué era la libertad. La libertad absoluta no existe. Hay que respetar a los demás. Si mi accionar perjudica a otros, no estoy actuando con libertad. Por eso la sociedad tiene leyes, para poner límites.

-Si ustedes vinieron hoy a clase es porque no se excedieron con las comidas y la bebida; porque aplican la disciplina de la que siempre hablamos acá. Eso me pone muy contento, porque significa que lo que hablamos en las clases llega a los alumnos y los ayuda a mejorar su vida. Hay que seguir practicando sin aflojar, siempre avanzando, siempre mejorando.

-Quiero aprovechar la oportunidad para desear a todos un muy feliz año nuevo. Ojalá que el 2015 sea mejor. A veces la situación social no es la ideal. Tenemos que comprender que uno no puede manejar la situación social. Lo que sí podemos hacer es pensar, hablar y actuar lo mejor posible. Si uno se transforma en un ejemplo positivo para los demás, estará ayudando a que el mundo sea mejor. El camino para mejorar el mundo no es decirle a los demás lo que tienen que hacer; es convertirse uno mismo en ejemplo de buena conducta para inspirar a los que nos rodean.

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En la plaza practicamos alrededor de un gran pino, junto al cual ponemos nuestras cosas: abrigos, mochilas, bicicletas. Al dejar ahí nuestras pertenencias, es más fácil cuidarlas.

Franca es una alumna nueva y todavía no conoce nuestras costumbres. Hoy llegó tarde y dejó su bicicleta lejos del lugar de práctica. En un momento de receso, Luis y Eugenio fueron a buscar la bici de Franca y la acercaron al pino, junto a las demás bicis. El Maestro dijo:

-Está muy bien lo que hicieron Luis y Eugenio. Es una muestra de cómo los alumnos se ayudan y se cuidan mutuamente. Ese es el espíritu de nuestra Escuela.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 27 de diciembre de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.