– Yo siempre les hablo de la importancia de los detalles- dijo el Maestro-. En Taiwán, cuando se construye un templo, no se hace como si fuera un edificio más. La ubicación del terreno se elige de acuerdo con el feng shui del lugar. La arquitectura sigue reglas muy estrictas. Por ejemplo, la puerta principal está hecha de manera tal que cuando uno quiere ingresar, debe levantar el pie para pasar un obstáculo que impide entrar caminando así nomás. Si la persona es discapacitada o no puede levantar el pie lo suficiente, puede ingresar por una puerta lateral más chiquita.

– Hay un dicho que dice: “el experto ve la esencia y los detalles; el que no conoce ve sólo la apariencia”. Antiguamente la filosofía estaba más presente en la vida cotidiana de la gente. Las personas practicaban el arte de la conversación. Uno decía una cosa y el otro le respondía de manera elegante y con toques filosóficos. Los que dialogaban estaban muy atentos a lo que el otro decía, muy atentos a la propia contestación y a la mejor manera de presentarla. El intercambio que se daba durante la charla era casi un poema. Pero el arte de la conversación se perdió con el paso del tiempo.

– En los tiempos antiguos la gente era más sabia, más tranquila y con muy buen espíritu. Con el paso de los años todo eso fue cambiando. Nosotros tratamos de recuperar esas tradiciones. Nuestra práctica, centrada en los detalles pequeños, nos permite advertir lo esencial de las cosas, en cualquier ámbito. Eso da una agradable sensación de plenitud, de confianza en uno mismo y de gratitud con la propia vida. Si, por el contrario, uno tiene la sensación de estar viviendo una vida vacía, sobreviene la agitación y la depresión. La gente que se siente vacía, grita mucho, porque siente siempre que le falta algo. La persona que se siente completa, tiene serenidad y no grita. Un barril vacío es ruidoso, en cambio, un barril lleno no hace tanto ruido.

– Los detalles pequeños son muy importantes, por eso ponemos tanta atención en ellos. Una maquinaria enorme y sofisticada puede arruinarse o dejar de funcionar si le falta un pequeño tornillo. La máquina puede andar un tiempo, pero la falta del pequeño tornillo tarde o temprano se hará notar. En la vida ocurre lo mismo: muchas cosas pueden andar, pero eso no significa que sean correctas.

– Cuando practicamos estamos muy atentos a todo lo que hace nuestro cuerpo, a cada detalle de la técnica. Si sostenemos a lo largo del tiempo esta forma de práctica empezaremos a notar cambios muy positivos en nuestra vida. Tenemos que practicar sin pensar en otra cosa que en el movimiento que estamos haciendo. No pensar en si esto que hago sirve o no sirve. Si uno practica con total concentración en los detalles del movimiento, con el tiempo, simplemente todo cobrará sentido y todo será claro.

– Yo les pido que pongan mucha concentración en su práctica para que así puedan avanzar más rápido. Cuando hablo de avanzar me refiero a aprender bien, con bases sólidas; no aprendiendo cosas nuevas sin haber comprendido a fondo lo anterior. Si ustedes avanzan bien, yo también avanzo.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 24 de enero de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.