-Yo hablo y mis alumnos dicen que entienden –dijo el Maestro-. Sí, la mente entiende, pero de ahí a llevar a la práctica lo entendido, hay un abismo de distancia. Conozco una señora que siempre está apenada y preguntándose por qué le sucede todo lo que le sucede. ¿Por qué murió mi marido? ¿Por qué murió mi hija? Yo le conté la historia de la Maestra Cheng Yen. Su padre murió cuando ella era chica y buscando una respuesta fue a un templo budista. La monja que la escuchó le dijo que encontraría la respuesta a su pregunta leyendo un sutra que había sobre la mesa. Y así fue; encontró la respuesta ahí y decidió hacerse monja. Hoy, la Maestra Cheng Yen guía y enseña a millones de personas en todo el mundo.

-Al escuchar esto, la señora me dijo: “Ah, sí…Yo también leí muchos libros budistas”. Entonces, yo le pregunté por qué no aplica, por qué no usa lo que leyó en la práctica diaria. Les cuento esto para que entiendan que es muy diferente entender algo que escucharon y llevarlo a la práctica. Lo que yo digo en estas charlas lo vengo diciendo hace mucho tiempo, lo repetí un montón de veces, pero ¿ustedes lo están practicando? Eso que escuchan y entienden ¿lo están haciendo y está cambiando sus vidas?

-Nuestra práctica está basada en los detalles. Si siguen y comprenden los detalles van a comprender un montón de cosas. Los alumnos nuevos tienen que saber que es muy importante la paciencia. Cada movimiento tienen que repetirlo un montón de veces. De esa manera, poco a poco van a entender cada vez más.

– Mucha gente practica taichi chuan sólo para la salud. Pero la práctica espiritual es también muy importante. Cuando se pone concentración en los detalles y se profundiza en la práctica, uno puede encontrar en su interior la respuesta a todas las preguntas. Entonces, por más libros que uno haya leído, por más charlas que haya escuchado, si no hay práctica, no hay transformación y todo sigue igual que antes.

-En nuestra Escuela la práctica marcial va junto con la práctica espiritual. No se puede tomar sólo una. Para caminar se necesitan dos piernas. Algunos dicen “a mí sólo me interesa el aspecto espiritual”. Pues no se puede cultivar el espíritu si no se fortalece el cuerpo y se aprende a autodefensa. Ambos aspectos funcionan juntos de manera integrada; no se pueden separar y se enriquecen mutuamente. Cuando el practicante profundiza en lo marcial y espiritual, luego puede comprender todo.

-Cuando el alumno avanza en su práctica llega un momento en el que tiene que plantar plantas. El cuidado de las plantas permite una mayor comprensión de la Naturaleza que nos rodea y la propia.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 3 de enero de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.