-¿Cómo le fue en el Uritorco? ¿Fue arriba?-preguntó el Maestro y Angélica respondió que no, porque hacía mucho calor.

-Qué lástima. Debería haber subido igual, con paraguas para protegerse del sol. Hay que subir igual, si no, viajar tanto para no visitar la atracción principal, no vale la pena.

-Estuve en la casa de Carlos, que es hermosa -agregó Angélica -, con una vista panorámica al cerro. Hubo un viento muy fuerte que le levantó todos los techos del hotel. Había muchos pasajeros, el hotel estaba lleno. Carlos mandó saludos para todos. Es un viejo compañero nuestro.

-Antiguo, no viejo -corrigió el Maestro -, a nadie le gusta que le digan «viejo».

-Estuvimos practicando taichi chuan y chi kong.

-Muy bien- dijo el Maestro -, entonces hoy la clase la va a dar Angélica. Cuando yo fui al Cerro Uritorco (fui dos veces) subí hasta la cumbre en una hora y media. Subí la mitad del trecho caminando junto con mi esposa y otras dos personas. Luego, como mi esposa y la otra mujer del grupo estaban demasiado cansadas y no querían subir más, subí con el otro acompañante hasta la cumbre corriendo. Cuando llegamos arriba – donde hay tres cruces – medité unos momentos frente a cada una de ellas, para sentir las diferencias en la energía de cada una de ellas y regresé, para que las señoras no tuvieran que esperar mucho tiempo.

-Arriba, además, hay un mirador desde donde se ve todo el paisaje circundante. En Buenos Aires no hay montañas y, cuando se sube, se ve muy lindo… Cuando se sube a la cima de una montaña que está cerca de uno, por más que parece muy alta, siempre hay otra que desde arriba se ve más alta. Por eso en Taiwán decimos «siempre hay una montaña más alta» para referimos a cómo se siente uno respecto de lo que sabe hacer.

-Para mí, subir el Cerro Uritorco no fue difícil porque cuando vivía en Taiwan, todos los domingos iba con un grupo de amigos a subir montañas. Como muchas veces nos demorábamos esperando gente que finalmente no venía, fijamos la hora de partida a las 6 de la mañana y salíamos puntuales sin esperar. El grupo empezó siendo de 25 personas, pero con el tiempo se redujo a sólo 6. Nuestra práctica me resultó muy útil para subir mejor y para mantener el equilibrio cuando se baja. El pakua chang, hsing-i chuan y taichi chuan son muy útiles para mantener el equilibrio y evitar caídas. Por eso también hay que practicar, porque aunque a veces uno no sepa para qué le va a servir lo que está aprendiendo, llega un momento en que se lo necesita.

-También es bueno probar aplicar lo que uno aprendió en lo que uno hace día a día para sentir que se adapta mejor a cada ocasión. Si uno pretende aprender las cosas a medida que las necesita, nunca está suficientemente preparado. En cambio si uno aprende y practica con antelación, cuando necesita los conocimientos, ya los tiene incorporados y salen por sí solos. Nuestra práctica nos ayuda en ese aspecto porque nos ayuda a concentrarnos en los detalles y nos da una buena base para todos los otros ámbitos de la vida.

-Los alumnos avanzados de chi kong pueden inclusive conectarse con otros que están a una gran distancia.

-Cuando estábamos con Carlos comentábamos acerca de cuánta gente de nuestra edad está mal de las rodillas, sin fuerzas para desplazarse, con muchos dolores -dijo Angélica -. Carlos me decía que antes de empezar a practicar taichi chuan, sufría muchos dolores en las rodillas, pero que cuando empezó a practicar, se le fueron completamente. El considera al taichi una forma de vida.

-El taichi chuan es muy bueno porque las rodillas, la columna y el resto de las articulaciones están relacionados. El taichi chuan es muy completo y moviliza todas esas articulaciones completamente y con suavidad. Por eso les insisto en que al practicar realicen los movimientos en forma amplia, estirando los miembros completamente y que, al finalizar, acomoden la columna para que fluya mejor la energía. Con movimientos lentos, se genera más energía y es más facil acomodar la columna. Muchas veces la gente hace ejercicios separados que finalmente resultan incompletos. El taichi chuan, si se practica correctamente, es muy completo. Yo siempre les digo que inclusive si uno sabe bien sólo la primera parte de nuestra forma, ya es muy útil, estira todas las articulaciones y músculos. Por eso es muy importante entender bien los detalles de los movimientos, para tener el mayor efecto posible.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 31 de enero de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.