Saber y práctica

Abr 11th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro

El Maestro tenía pegado en la mano un trozo de cinta scotch.
-Un mosquito me picó en la mano –dijo el Maestro-. Al poner cinta scotch deja de picar en pocos minutos. La cinta impide que entre aire y, sin aire, los microorganismos que pueda haber en la picadura, se mueren.

-Cuando estamos practicando en la plaza y yo hago una corrección es para todos, no para un alumno en especial; esta no es una clase particular. Cuando corrijo, cada alumno debe fijarse a ver si está haciendo las cosas correctamente. Hay que estar atento a todo lo que está haciendo el cuerpo, a las sensaciones internas. Si hacen los ejercicios correctamente, obtendrán grandes beneficios. Si los hacen de cualquier manera, incluso podrían lesionarse. Hacer los ejercicios es bueno, pero hay que hacerlos bien, no cualquier cosa.

-Quiero hablarle de dos ideogramas chinos muy importantes –el Maestro dibuja en el piso-. Uno significa “talento” o “capacidad”. Este otro significa “experiencia”. En la vida hay que integrar las dos cosas, el saber y la práctica. Tener un talento y no aplicarlo en la práctica no sirve de nada. Lo mismo ocurre al revés: la práctica sin conocimiento es una práctica vacía.

-Al integrar las dos cosas, saber y práctica, se logra la verdadera inteligencia. Como cuando el reloj marca las doce, las dos agujas coinciden en el mismo lugar. Así de juntos deben ir el saber y la práctica. De esta manera la persona puede mejorar su nivel de vida. En cambio, si no hay integración de saber y práctica, resulta imposible avanzar en la vida.

-El tiempo que tenemos en la vida es escaso. Yo me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y de todas las cosas que tengo por hacer; no alcanzan las 24 horas del día para cumplir con todo lo que hay que hacer. El tiempo sigue corriendo sin esperarnos, por eso hay que aprovechar bien el tiempo; cada segundo. Primero hay que hacer un plan de acción, luego poner manos a la obra. Pero la acción no tiene que ser nerviosa, hay que actuar con serenidad. Si actuamos a la apurada, las cosas nos van a salir mal. “¿Por qué las cosas me salen mal? Qué mala suerte” dicen algunos. Pero yo ya les dije que la suerte no existe. Sólo hay causas y consecuencias.

-Hay que luchar todos los días, aunando saber y práctica. Si un día dejamos de luchar nos va a pasar lo mismo que al niño y el buey.

-Cuando elegimos ayudar a otro, la ayuda no debe ser completa; sólo lo indispensable. Si la ayuda colma todas las necesidades, el otro no va a querer esforzarse por mejorar. ¿Para qué? Si recibe todo a través de la ayuda externa. Esa no es buena ayuda. La buena ayuda es la que viene acompañada de enseñanza, así el otro aprende cómo salir adelante.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 11 de abril de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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