En esta época del año el clima es muy cambiante –dijo el Maestro- y hay que extremar los cuidados. Cuando el clima es tan variable es más probable enfermarse. En Taiwán, cuando se pregunta a otro cómo está de salud, la respuesta suele ser: “no tengo tiempo para enfermarme”. Todos los días la mente está pensando en cómo luchar para salir adelante.

-El otro día un paciente me decía que le faltaba fuerza para hacer cualquier cosa. Yo le dije que venga a las clases de taichi chuan para recargarse de energía. Como la batería del auto, si uno no recarga su energía, se va agotando. El ser humano tiene que recargar energía y también tiene que usarla bien para recargarse. Si uno usa el auto regularmente, la batería se recarga. Si lo deja sin usar mucho tiempo, se descarga.

-Algunos pacientes creen que es el médico el que tiene que levantar la energía del paciente. No es así. Si la mente se la pasa repitiendo: “no tengo ganas, no tengo fuerza” es imposible que esa persona se recupere.

-Cuando aparece signos de enfermedad muchos dicen que hay que hacer reposo. Yo no creo en eso. En el año 1986, mis amigos Carlos y Helena tenían la costumbre de venir a buscarme a mi consultorio los sábados, al terminar la jornada, para ir a cenar. Un día yo estaba con 39 grados de fiebre. Al enterarse, Carlos salió a la calle sin decir nada y compró un remedio en la farmacia. Yo lo tomé y la fiebre bajó, pero al poco tiempo volvió a subir. Dejé de tomar ese remedio. Me hice una infusión de té verde, con jengibre y huevo –en aquella época todavía comía huevo- y la fiebre desapareció.

-Eso era antes. Ahora en caso de fiebre uso vinagre de manzana al 50 %; medio vaso de vinagre de manzana y medio vaso de agua natural. Eso cura la fiebre, la diarrea y varias cosas más. Hay que cuidarse. Los humanos no somos como los animales; tenemos que cuidarnos cotidianamente para no enfermar y conservar la salud. Algunos creen que “ser naturales” y seguir la Naturaleza implica hacer como los animales, que “no hacen nada” para mantenerse saludables. Es importante conocer cómo funciona la Naturaleza y seguir su curso, pero esto no significa ignorar nuestras necesidades específicas como humanos.

-Hace unos años usted nos dio una receta de aceite de sésamo, huevo, albahaca, ginebra y azúcar – dijo Angélica.

-Sí, eso es para cuando el cuerpo está muy yin. Esa receta ayuda a calentarlo. Pero no es para todos los días. Todo, incluso las cosas buenas, si se toman en exceso, se convierte en algo dañino. Una paciente había escuchado por ahí que el aceite de sésamo era bueno y empezó a ponerle a todo, todos los días. Le hizo mal. Lo mismo pasa con la miel; hay que usarla en cantidades justas y sin calentar. La gente que le pone miel a una infusión caliente, está haciendo mal. Al calentarse, la miel se vuelve tóxica y, si se toma así muy seguido, puede provocar problemas de hígado.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 9 de mayo de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.