Voluntad de aprender

May 16th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Estoy muy contento –dijo el Maestro- porque parece que los alumnos nuevos tienen más paciencia para practicar. Hace tiempo, cuando empecé a enseñar acá, durante muchos años sólo tuve cuatro alumnos. A los alumnos de shi sue kong les decía que el objetivo es llegar a levantar 75 kilos y muchos de ellos llegaron e incluso superaron ese peso, llegando a levantar más de 80 kilos.  ¿Por qué? Porque durante la práctica ellos van descubriendo lo bien que les hace a su salud, entonces se empeñan en practicar más y mejor.

-Los alumnos descubren que, además de mejorar su salud, también logran estar más tranquilos, más fuertes y con más voluntad. ¿Qué es lo más importante en la vida? Tener una poderosa voluntad. Sin voluntad no se puede hacer nada. El otro día una paciente me dijo que en toda su vida jamás tuvo voluntad y me pedía que yo le “de” voluntad. Lo único que puedo hacer yo es hablarle para estimularla a hacer. Pero si ella no hace ¿cómo va a desarrollar su voluntad? La voluntad nace en la mente. Si la mente dice “no tengo ganas” será muy difícil empezar a hacer. ¿Quién puede ayudar a alguien así? Nadie. Por eso yo estoy muy contento de que mis alumnos me escuchan y practican y mejoran día a día.

-Además, los alumnos antiguos influyen positivamente sobre los más nuevos. Los nuevos ven lo que lograron los más antiguos y se esfuerzan por practicar. De esta manera, los nuevos pueden llegar a ser mejores que los antiguos, porque aprenden más rápido para igualarlos. Estoy notando eso, que los alumnos nuevos ponen más voluntad que antes. Eso también me estimula a mí a enseñar más.

-Antes de que yo empezara a estudiar con él, mi maestro solía llevar a sus alumnos a torneos dentro de Taiwán y siempre ganaban. Fue así que los organizadores de los torneos dejaron de invitar a la escuela de mi maestro. «Al final, siempre ganan ustedes», decían los organizadores. Mi maestro, entonces, decidió no participar más de esas competencias. Igualmente, como su prestigio era enorme, siempre se acercaba gente que quería probar el nivel de nuestra escuela. Una vez vino a la plaza donde practicábamos un muchacho muy peleador. Le fue mal y antes de irse, dijo lleno de odio: “voy a volver dentro de cinco años y les voy a ganar”.

-Por eso, cuando yo vine acá, decidí evitar ese tipo de competiciones. Para mí la práctica es para fortalecer el cuerpo, sanar la mente, desarrollar la misericordia. No me interesa avivar el enojo de aquel que pierde una competencia. Por eso, lo mejor es decirse a uno mismo: “todavía me falta mucho; aún me queda mucho por aprender”. El progreso en este arte no tiene límite. Hay que practicar siempre hasta el último día. Así, la vida tiene buen sentido y el cuerpo es bien utilizado.

-Si uno, en cambio, piensa que ya alcanzó el más alto nivel, no podrá progresar más. Será como una taza llena; ya no le entra más té. A pesar de que mi maestro falleció, yo todavía sigo aprendiendo de la Naturaleza. En ningún momento dejé de aprender. Cuando uno no tiene oportunidad de practicar al lado de su maestro va perdiendo la esencia del arte. Por eso ustedes tienen suerte de venir a clase y aprender junto a su maestro los detalles del estilo. Ese aprendizaje les servirá para mejorar su taichi chuan y todos los aspectos de su vida. No alcanza una vida entera para aprender todo lo que hay que aprender.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de mayo de 2015.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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