-Viniendo para acá pasé por la otra plaza, la que están arreglando- dijo el Maestro-. Es una lástima lo que están haciendo ahí. Reemplazaron las baldosas por cemento. Eso no es bueno, porque las baldosas permiten que el agua se reabsorba un poco, en cambio, el cemento no lo permite. La tierra necesita respirar, pero si tapamos todo con cemento, eso es imposible.

-Todos hablan sobre la ecología, pero en la práctica cotidiana ese supuesto interés en la ecología no se ve. En Taiwán se usan unas baldosas especiales que se enganchan unas a otras y que tienen agujeros por los que el agua puede llegar a la tierra. Si la tierra no absorbe, se producen inundaciones. Si el agua, en lugar de ser absorbida por el suelo, desemboca en los ríos o el mar, el nivel de éstos sube y se produce un desequilibrio entre una tierra cada vez más árida y los mares cada vez más altos. Ese desequilibrio no es bueno.

-Los ejercicios que hicimos hoy al comienzo de la clase son especiales para combatir el frío y para mover la articulación del sacro con el resto de la pelvis. También sirven para movilizar la columna vertebral. Son ejercicios de elongación en movimiento, que son mejores y más efectivos que los de elongación estática.  Es muy importante moverse porque así mantenemos el cuerpo sano y flexible. De lo contrario, el deterioro lógico que acompaña el paso de los años hace que el cuerpo se vaya achicando. Una paciente que, cuando era joven medía 1,70 metros, ahora mide 1,50 metros. ¿Qué les parece? Eso le pasó por no hacer ejercicio. Hay que hacer ejercicio y saber cómo hacerlo.

-Nuestra práctica es muy importante porque ayuda a mantener la salud del cuerpo y también de la mente. Mucha gente descuida la salud; piensa que ese es trabajo del médico. Muchos pagan una cuota mensual de alguna medicina prepaga o de la obra social y cree que así “soluciona” el problema de la salud. No es así. En cuestión de salud, el 70 % depende de uno mismo; sólo el 30% depende del médico.

-Muchos pacientes no aceptan ser responsables de su propia salud –dijo una alumna.

-Si un paciente no acepta esto, yo le digo que busque otro médico. ¿Dónde se puede comprar la salud? La salud que uno tiene hay que cuidarla porque no se consigue en el supermercado. En la práctica del taichi chuan pasa algo parecido. Yo enseño acá en la plaza los días sábados, pero imaginen que ustedes no practican en su casa durante el resto de la semana. ¿Qué pasaría? Si uno no practica por su cuenta, no hay progreso. El 70 % de trabajo lo tiene que hacer el alumno, el 30 % el maestro. Alguna vez me preguntaron: “¿un sólo día por semana hay clase de taichi chuan? ¿No es poco?”. Ir a clase es como ir a comer a un restaurante. ¿Acaso uno come únicamente cuando va al restaurante? No, uno va al restaurante y después come todos los días en su casa. Con el taichi chuan es igual.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 4 de julio de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.