-El otro día mi yerno me hizo una pregunta- dijo el Maestro-. ¿Por qué durante todos sus años de práctica usted nunca fue a desafiar a otros o participó de competencias? Yo no estoy interesado en confrontar con otros para conocer mi nivel. Yo creo que en la propia práctica no hay límite; siempre se puede subir un escalón más. La confrontación con otros puede llevar a la idea equivocada de que uno es el mejor y que, por lo tanto, llegó a su máximo nivel. Eso es falso; siempre se puede mejorar un poco más.

-Por otra parte, el buscar ganar todo el tiempo genera distorsiones en el carácter. Si todo el sentido de la práctica se basa en ganar ¿qué va a pasar cuando pierda? Mi yerno, que es estudioso de la filosofía tradicional china, me dijo que Confucio y Lao Tsé tienen conceptos parecidos.

-Luchar contra los demás no conduce a nada bueno. Lo que permite avanzar en la vida es luchar contra uno mismo. Yo ya sé que mi técnica es buena; no necesito ponerla a prueba contra otros. Una vez vino a la plaza un muchacho y me preguntó por qué no usábamos cinturones de color para distinguir los niveles de práctica. Yo le respondí que eso no era importante, que si él quería podía ubicarme en el nivel que quisiera, bajo, alto o intermedio. Para mí lo importante es saber que siempre puedo avanzar más; que aún me falta mucho por aprender.

-Si en la búsqueda de la confrontación le hago daño a alguien, es peor para mí. Es importante que las propias acciones no nos generen mal karma. Es importante no generar mala afinidad con los demás. Todo esto forma parte del cultivo espiritual. El espíritu no se habla, se construye con la práctica concreta. Nuestra escuela enseña arte marcial y cultivo espiritual. Las dos cosas van juntas; no se pueden enseñar por separado.

-La semana próxima será la ceremonia de homenaje a mi maestro y la ceremonia de pai zu. La relación entre el maestro y el discípulo es como la relación del padre con el hijo. El discípulo está más cerca del maestro. Este vínculo no es algo para alardear. Algunos creen erróneamente que al ser aceptado como discípulo termina su aprendizaje. Es al revés; ahí empieza el verdadero aprendizaje.

-Durante la ceremonia de pai zu, el futuro discípulo se compromete a cumplir ciertos principios morales de la Escuela. ¿Cuáles son las ventajas del discípulo? El discípulo, no solo tiene un vínculo más estrecho con su maestro, sino también con todos los maestros antiguos de nuestro linaje. La Maestra Cheng Yen tiene un discípulo que, cuando estaba en el servicio militar, mató a otra persona en un acceso de furia. Cumplió su pena en la cárcel y luego salió y se convirtió en discípulo de la Maestra. El espíritu del muerto volvió buscando venganza y como no pudo entrar en el cuerpo del discípulo, lo hizo en el cuerpo de su hermana. El discípulo fue a pedirle ayuda a la Maestra y ella logró que el espíritu abandone el cuerpo de la chica. Les cuento esto para mostrar que, al ser discípulo, aumentó su inmunidad a las malas energías.

-Esta semana vino a practicar mi alumno de hsing-i chuan que vive en Uruguay. Cuando nos conocimos me contó que había estudiado hsing-i en China y que quería aprender conmigo para profundizar. Le dije que quería conocerlo y tuvimos una entrevista. Finalmente lo acepté y más tarde me contó que durante la entrevista había estado tan nervioso que hasta le dolía el estómago.

-Yo le expliqué que para aprender hsing-i chuan tenía que hacer la ceremonia de pai zu y que no iba a poder enseñar lo que yo le enseñaba hasta haberlo aprendido en profundidad. Antes de ponerse a enseñar, hay que aprender bien para transmitir el arte de manera correcta.

-Estos son los horarios del sábado próximo. A las 9:30 hs empezamos a poner las cosas necesarias para la ceremonia. A las 10 hs comienza la ceremonia. A las 10:30 hs empieza la clase.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 29 de agosto de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.