La conexión con los antiguos maestros

Sep 12th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro

-En diferentes lugares de la ciudad están podando árboles –dijo Mirta-. ¿Es adecuado podar en esta época del año, tan cerca de la primavera?

-La  mejor época es durante el invierno –dijo el Maestro-. Ahora es un poco tarde. Conviene podar hasta agosto inclusive. La poda ayuda a que después el árbol crezca más fuerte.

-Estuve pensando mucho sobre por qué mi maestro me dijo que venga a este país. Me doy cuenta que a esta altura de mi vida tengo muy pocos amigos en Taiwán, en cambio, tengo muchos más conocidos acá. Durante la ceremonia de Pai Zu vieron que yo quemé varios papeles. Cada uno de esos papeles tenía escrito el nombre y la fecha de nacimiento de los nuevos discipulos. Al quemarlo, el nombre del nuevo discípulo se convierte en humo que va al Cielo, donde está mi maestro y los antiguos maestros de nuestra familia.

-Cuando un alumno se convierte en discípulo, no solo establece un vínculo estrecho con su maestro, sino también con todos los maestros del linaje. En nuestro caso es un linaje de grandes maestros que viene desde tiempos muy antiguos. Pueden informarse sobre eso en nuestro sitio de Internet. Cada generación de maestros arregló el arte para hacerlo más preciso.

-Mi maestro me mandó acá para hacer algo especial, diferente. Por eso me envió a mí y no a otro. Cada uno tiene su personalidad y su capacidad especial. Si a uno solo le interesa probar su técnica con los demás y hacerse famoso ganando torneos, no va a profundizar en el aspecto espiritual. Cuando uno se dedica a competir con los demás, solo consigue generar mala afinidad con el otro. El que fue derrotado va a querer ganar lo próxima vez y eso termina convirtiéndose en una espiral de mala energía que no termina nunca.

-Cada alumno es diferente y tiene capacidades especiales. Algunos son más buenos para una cosa y otros, para otra cosa. Así, cada uno se va a especializar en algo distinto para avanzar más. De esta manera no puede haber competencia entre los alumnos. A pesar de que cada alumno va a seguir una especialidad distinta, todos deben tener una buena base en común. Como las raíces de un árbol que le dan equilibrio y fortaleza.

-Antes les hablé de la conexión que el discípulo establece con los maestros antiguos de nuestra familia. Esta conexión le da más energía al discípulo, pero únicamente si el discípulo actúa correctamente y no abandona la práctica. Nadie quiere ayudar a alguien perezoso que no muestra interés en ayudarse a sí mismo. De la misma manera, el espíritu de los antiguos maestros ayudan al discípulo que actúa de manera ejemplar y práctica con disciplina, paciencia y concentración.

-La práctica del discípulo debe ser seria, constante y concentrada. Imaginen que alguien practica durante una hora y las 23 horas restantes del día se dedica a hacer pavadas. Así nunca logrará subir de nivel. Será como tratar de llenar una botella que en la base está llena de agujeros; nunca se llenará.

-Practicamos porque lo necesitamos, no porque es interesante. Si una persona elige una profesión que le interesa y empieza a trabajar en esa profesión. Al principio será interesante, pero con el paso del tiempo dejará de ser interesante. A pesar de eso, la persona sigue trabajando porque necesita hacerlo. Debemos practicar con el mismo espíritu. No porque la práctica sea interesante o divertida, sino porque necesitamos practicar como quien necesita respirar.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de septiembre de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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