El conocimiento no viene solo

Oct 18th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro

-La semana próxima vamos a hacer algo diferente –dijo el Maestro-. Nos vamos a dividir en dos grupos. Uno se va a quedar acá y el otro va a ir conmigo a donde está aquel gran pino. Después cambiamos y va el otro grupo.

-Hace poco María dijo que se sentía cansada y explicaba que esto se debía a que “estaba vieja”. Quiero aprovechar esto para hablar sobre el tema de la edad y la práctica. Cuando yo tenía 19 años fui a visitar una fábrica metalúrgica. Allí conocí a un obrero que tenía 64 años y se dedicaba las nueve horas de su jornada a golpear metal con una maza. Decía que su trabajo no lo cansaba y que por las noches dormía cuatro horas, que con eso le bastaba para recuperarse y empezar el nuevo día con energía. También comía lo justo, no demasiado.

-Cuando una persona come de más, se siente con menos energía. Eso ocurre porque el exceso de comida agota a los órganos, que trabajan sin descanso para digerir tanta cantidad. Muchos creen que si comen más, tendrán más fuerza y energía, pero no es así. Además, cuando se come de más, la persona aumenta de peso y le cuesta más entrar en movimiento. Por eso, es importante no comer demasiado. También es importante respetar los ritmos del día. No hay que acostarse muy tarde y es bueno levantarse temprano. El seguir los ritmos de la Naturaleza da más energía.

-Cuando es mayor tal vez pueda trabajar menos, pero la mente debe mantenerse positiva. No es bueno pensar “soy viejo, no puedo hacer nada”. Hay que seguir practicando y haciendo cosas buenas para uno y para la comunidad. Esta es una manera de prepararse para la siguiente vida. Cualquiera sea la actividad que hagamos, es mejor hacerla con una perspectiva espiritual, con energía positiva. Si en cambio, lo hacemos por codicia, tendrá energía negativa.

-Hay una historia que alguna vez les conté, la de una prostituta que vivía en Japón. Ella había escuchado decir a un monje que era muy importante tener un medio de vida correcto. Fue a ver al monje y le explicó su situación: “yo vivo de la prostitución y tengo dos hijos que mantener. No sé hacer otra cosa, pero quiero seguir el camino del Buda. ¿Qué hago? ¿Debo dejar la prostitución y que mis hijos se mueran de hambre para poder seguir el cultivo espiritual?”.  El monje le dijo que no tenía que dejar su oficio y que seguramente iba a encontrar solución a su problema. Fue así que la prostituta se hizo tatuar un fragmento de un sutra en su espalda. Cuando atendía a un cliente y se sacaba la ropa, el sutra quedaba a la vista y esto despertaba la curiosidad del hombre. Así, comenzaba una conversación en la que la prostituta despertaba en el otro el interés por el cultivo espiritual. Les cuento esta historia para ilustrar una cuestión: no importa la actividad, lo importante es la actitud mental con que uno la encare; puede hacerlo con codicia o con espíritu.

-Recuerden que estamos en este mundo para aprender, para practicar. Primero hay que aprender y luego hay que practicar lo aprendido. Al practicar, uno se conoce a sí mismo y se conoce el mundo que nos rodea. Somos todos diferentes, con talentos diferentes. Tenemos que hacer para descubrir quiénes somos y cuál es nuestro talento. El conocimiento no viene solo; hay que ir a buscarlo con la práctica.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 17 de octubre de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

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