Alma y espíritu

Dic 13th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Cuando una persona se muere, el alma se separa del cuerpo –dijo el Maestro-. No es lo mismo el alma que el espíritu. El espíritu es lo que la persona deja en la memoria de los demás a partir de lo que hizo en vida, lo bueno y lo malo. Yo siempre pongo el ejemplo del Gral. San Martín. Su espíritu de lucha, su vocación de servicio, su negativa a involucrarse en guerras civiles, su renuncia a los honores, aún inspira a la gente a pesar de los años que pasaron desde su fallecimiento.

-En Taiwan, cuando una persona muere, los familiares ponen arena en la sala de estar de la casa o en el dormitorio y dicen, dirigiéndose al alma del difunto: “Si extrañas a tu familia, esta noche puedes venir a visitarnos”. Al día siguiente, a veces se ven huellas de pisadas en la arena que había en el piso.

-Es importante aprender a morir. Los budistas, cuando alguien se muere, no decimos “se murió”; decimos que “se fue para volver”. ¿Cómo ayudamos al alma del que se fue a encontrar su camino? Recitar el mantra ayuda. También ayuda el donar dinero del fallecido a una obra de caridad. Si uno, estando vivo, por su propia voluntad, hace donaciones a obras de caridad, el mérito es mayor. Si la donación se hace después de muerto, el mérito es mucho menor.

-Las donaciones se valoran según el esfuerzo del donante. Un millonario puede donar mil pesos, que es mucho dinero, pero para él es muy poco. Una persona humilde puede donar cien pesos, que es una cifra mucho menor, pero implica un esfuerzo mucho mayor. Por eso, tiene más mérito la donación del humilde que la del millonario. Lo que vale es la voluntad, la devoción del que da.

-Es importante hacer una buena práctica aquí y ahora, mientras estamos vivos, sin especular con lo que pueda pasar más adelante. Hace tiempo les conté la historia de un exitoso empresario al que un astrólogo le había predicho que iba a vivir más de 90 años. El tenía 40 años y su hermana, que hacía trabajo voluntario, lo invitó a hacer lo mismo. El empresario le dijo: “Más adelante voy a hacer trabajo voluntario, cuando esté más cerca de los 90 años. Por ahora voy a dedicarme a mi negocio”. A los pocos días, el hombre sufrió un accidente automovilístico en una zona deshabitada y, como no había quién pudiera asistirlo, falleció desangrado.

-Ganar dinero para satisfacer las necesidades básicas es muy importante. Pero el ganar dinero no puede ser la única tarea en la vida. La codicia nunca se ve satisfecha; siempre se necesita más. Por eso es importante empezar aquí y ahora una práctica positiva que le de sentido a la vida.

-Maestro, ¿cómo se hace para ampliar la afinidad con otras personas? –preguntó Federico.

-Hay una afinidad natural –dijo el Maestro-, que es cuando sentimos rechazo por ciertas personas y deseos de estar cerca de otras. Pero la afinidad también se puede construir. ¿De qué manera? Abriendo el corazón y proyectando nuestro amor y aceptación a todos los seres que nos rodean. Esa conducta hay que sostenerla en el tiempo para que los demás comprendan que es auténtica. Lo mejor es dar sin esperar retribución. De esta manera, lo que dimos, volverá a nosotros de manera natural.

-Si actuamos concentrados, con la mente y el cuerpo unidos, todo va a andar mejor. Al actuar de esta manera estaremos en contacto con nuestra alma.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de diciembre de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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