Jornada de meditación_03

Ene 17th, 2016 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Una vez mi maestro  (Wang Shu Chin) se enfrentó con un hombre que había practicado palma de hierro –dijo el Maestro-. Al golpear al maestro Wang, su mano rebotaba como una pelota y después de un tiempo, se llenó de moretones. El hombre no podía entender como había sucedido esto después de tanto entrenamiento.

-¿Porque pasó esto? Porque nosotros trabajamos la energía interna, avanzando lentamente, como en la práctica de chi kong. Por eso hay ejercicios que enseño que tienen mil repeticiones, para generar más energía interna. De la misma manera, si practicamos bien la forma de taichi chuan, naturalmente la energía se genera y nos acompaña.

-Por eso les corrijo cada detalle de la forma, porque quiero que entiendan que el cuerpo es un pequeño universo o pequeña naturaleza. Primero hay que conocer bien el cuerpo, para luego observar la gran naturaleza y entender cómo funciona por dentro. Para llegar a entender no hay que apurarse, hay que seguir el orden correcto, con paciencia, disciplina y concentración. Si respetamos un buen orden, se avanza naturalmente. Por el contrario, si nos apuramos, avanzar será imposible.

-Hace un tiempo tenía un alumno que venía esporádicamente a tomar clases y siempre preguntaba: “Maestro, ¿estoy mejor? Yo le contestaba: “Usted sabe; cada uno sabe cómo avanza su práctica”. De esta manera no hace falta tomar examen. El año pasado les pedí que cada uno elija una parte de la forma para mostrar como parte de un examen y nadie llegó a estar diez puntos, ni seis (risas). Cada uno tiene que evaluar su práctica. Hay que observar qué porcentaje de unión existe entre la mente y el cuerpo, por eso mi forma de enseñar es muy especial y cuesta para entender y aceptar. Pero si ustedes practican bien, los objetivos se alcanzan en un cien por ciento, esto es seguro.

-Nosotros vinimos a este mundo como viajeros. La tierra es como un hotel nada más, no es para siempre. Hay gente que se conforma en estar acá, otros no cuidan el planeta. En el afuera hay trampas, pero si su mente y atención están en su interior, entonces van a entender solos.

-Si a la inversa, sólo miran hacia fuera, nunca entenderán, porque el ojo sólo mira lo material, por eso nosotros tenemos que practicar ver sin imágenes. Hay gente que dice: “Si no veo, no creo”. ¿Pero cuándo van a creer? Al sufrir una enfermedad terminal o hacia el final de la vida la gente sabe si fue buena o mala persona.

-Los budistas decimos que aunque no hayas aprendido a nacer, debes aprender a morir. Cuando uno no entiende, tiene miedo a morir y hace cosas incorrectas que marcan su karma.

-¿Cómo hacer lo correcto? Hacer lo correcto es como partir de un punto y dar una vuelta en círculo, luego volver al mismo punto de partida sin haberle hecho mal a nadie. Por ejemplo, si uno tiene que arreglar su casa hay que avisar con tiempo a sus vecinos y decirles que si algo se ensucia enseguida lo limpiaremos, también pedir permiso si los arreglos implican ruidos molestos, de esta manera el vecino acepta contento y no quedan problemas.

-Lo mismo sucede con tui shou, los dos lados tienen que ser respetuosos y sentir que aprenden mucho, así al finalizar la práctica ambos se sentirán contentos. No es correcto que una de las partes se quede enojado, porque es posible que busque revancha, esto no conviene.

-¿Cómo puede uno hacer lo correcto si la otra persona se ofende y no quiere conciliar las partes? –preguntó Damián.

En este caso primero conviene insistir en la comunicación. Si no resulta, es mejor avisar a una tercera parte, puede ser un policía o una persona de virtud. Por eso en muchos casos las inmobiliarias sirven como intermediario entre el comprador y el vendedor, con su intervención se evitan las discusiones.

-Este mundo es para practicar bien y pulir con buen sentido, si no pulimos no es posible avanzar, brillar. En esta tarea es importante tener contacto con otros para pulir mejor y avanzar. Si uno está muy solo no se puede avanzar.

Hay gente que me pregunta: “¿Por qué viene el miedo?” Hay miedo cuando falta el gran amor, cuando falta voluntad. Por eso es importante hacer trabajo voluntario.

-Les quiero contar una anécdota: un día fuimos a ayudar a un geriátrico en el que había muy mal olor porque, los ancianos se hacían pis y caca encima. Una voluntaria que había ido entró al lugar y al rato salió vomitando, pasaron quince minutos y entró nuevamente. Al final de la jornada le pregunté: “¿Por qué hacemos esto?” Ella no supo responder entonces le expliqué que lo hacemos para aprender a llegar a ancianos. Además, se aprende un montón de cosas escuchando cada caso, por que son únicos.

-También es importante hacer trabajo voluntario en hogares de niños, así ayudamos a educar a quienes serán los encargados de cambiar para mejor el futuro, esto a su vez nos ayuda a nosotros a prestarle mejor atención a nuestros hijos y nietos.

-Así aprendemos para la vida, ayudando a otros cuidando nuestra mente cuerpo y acciones. Si tenemos un buen corazón, crece la misericordia y naturalmente no hay miedo. Muchos no entienden esto porque falta voluntad, falta el gran amor. Por ejemplo, yo organizo un día para salir todos juntos como hoy y hablo para ayudar a que mejoren su vida, ese día no lo cobro, lo hago porque quiero compartir esto con los alumnos que tienen fe en mí. Pero tampoco es bueno todo gratis porque a futuro uno genera una deuda, todo tiene que tener buen equilibrio.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 7 de diciembre de 2015.
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  1. Maestro, sus palabras llegan al corazón y muestran su legado.

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