Hablan los alumnos_07

Feb 1st, 2016 | By | Category: Charlas con el Maestro, Testimonios

Dijo Javier:

-Me integré al grupo de taichi del Maestro Chao, el primer sábado del 2014. Vale decir que en dos días, se cumplirán dos años justos.

-Si tuviera que reducir mi experiencia a una expresión, la expresión sería: estoy feliz por haberlos cruzado en mi camino, haberme presentado y que me hayan recibido.

-Yo estaba buscando un maestro de artes marciales internas y un grupo con el cual compartir el propio desarrollo. Haberlo encontrado no es algo necesariamente «natural».

-Para mi es un hecho que tiene una enorme significación, porque intuyo que lo habitual sería haber dado muchas vueltas hasta dar con un maestro y un grupo con el cual compartir una visión sobre las cosas, intereses y valores.

-La práctica en sí misma es para mí muy enriquecedora. Y lo es en los niveles físicos, mentales y en el orden del espíritu.

-Para no repetir conceptos expresados en exposiciones anteriores de mis compañeros y amigos -que comparto-, sí quisiera compartir algunas pequeñas consideraciones muy particulares, que han sido importantes en este tiempo:

  1. Cuando recién comenzaba, mi presión arterial que siempre había sido 12/7, se había elevado a 13/8 producto de una serie de cuestiones personales. Esto para mi era un problema que quería resolver. Lo muy interesante fue que en muy pocas clases, mi presión arterial no sólo bajó al histórico de toda la vida sino que se situó incluso por debajo en el orden de los 11/6. Un éxito.
  2. Por los mismos motivos, empecé a sentir unas molestias en el lateral derecho del sacro, absolutamente novedoso para mi histórico. Mismo resultado. Sólo con la práctica muy conciente del tan lien, todo eso desapareció casi de inmediato.
  3. Quiero remarcar y agradecer el trabajo arduo y paciente del profesor Dos Santos, a cargo de las salas de Jardín de Infantes y Primer Grado. Después de haberme marcado un millón de veces que baje mis hombros durante la práctica, caí en la cuenta de la relación que este hecho tiene todo que ver con mis propias rigideces de carácter. Y estoy en ello, tratando de poner mi atención en mis hombros y en ir licuando un poco mis propias rigideces.
  4. De estas enseñanzas aprendí también que cada dificultad que el cuerpo manifiesta a la hora de practicar está íntimamente relacionado con el plano psicológico, cosa de la que hemos escuchado hablar al Maestro en numerosas oportunidades. Y que en virtud de esto, no sólo mis hombros, sino que el resto de todo el cuerpo, es un buen señalador respecto de los aspectos mentales
  5. He tenido la oportunidad de experimentar más de una vez, la evolución de las sensaciones internas que el avance de la práctica me van permitiendo experimentar. Le he escuchado al Maestro decir en repetidas ocasiones, que esta sensación de serenidad, está dada por el encuentro del cuerpo, la mente y el espíritu, que entiendo es a lo que tiende un desarrollo sostenido de esta disciplina. En cualquier caso, no sólo es muy agradable, sino que va ampliando los propios horizontes personales desde la propia experiencia.

Muchas gracias al Maestro y muchas gracias a mis compañeros y amigos que son una gran inspiración para mí.

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Dijo Miguel:

-Agradezco al Maestro y a tod@s los que hicieron cosas que me ayudan. Mi práctica del tai chi chuan empezó en la ciudad de La Plata en 1994. El motivo fue buscar más flexibilidad para mi cuerpo. En 1991 tuve un accidente de auto. Se fracturó una vértebra y tibia y peroné de la pierna izquierda. Los médicos me prohibieron que realizara determinados movimientos. Eso me rigidizaba más.

-Tiempo después, un compañero de práctica trajo la noticia que tenía información del Maestro Chao. Entonces empecé a venir a sus clases de los sábados. Lo que recuerdo de ese tiempo es que después de sus clases nos llevaba al barrio chino y, en los comercios, nos explicaba para que servían algunos productos.

-El primer día lo saludé como me habían enseñado y me dijo: «Con ese saludo usted me invita a pelear». Entre 1997 y 2005 interrumpí la práctica. En 2007 me mudé a esta ciudad y retomé las clases con el Maestro. Hoy pienso que el tai chi chuan es más que la práctica de un arte marcial. Me ayuda a trabajar para superarme, para cultivar los valores de la vida y sembrar bien sin pensar en cuánto voy a cosechar.

-Esto me ocurre con el Maestro Chao. Soy un privilegiado y agradecido de haberlo conocido y pertenecer a este equipo de compañeros de práctica (permítanme la palabra equipo en lugar de grupo). Un recuerdo: hace años, tratando de aprender un movimiento, no lograba hacerlo. Le dije a Ariel Yablón : “Me parece que hasta aquí llegó mi tai chi». Pero con la guía del Maestro, de los discípulos y compañeros y mis ganas de aprender, fui progresando hasta superarlo.

-De eso se trata, porque las dificultades seguirán llegando pero si es constante la actitud para superarnos, lograremos que nos afecten menos. Como en la vida. Mejorar lo que pueda y aceptar lo que no puedo, cambiando mi forma de pensar.

-Por suerte me falta mucho por aprender. Mi incentivo es la afinidad con el Maestro por su coherencia entre pensar, decir y hacer, pero si no la transformo en voluntad para practicar y ser mejor persona no voy a mejorar.

-Otro cambio, es que mis reacciones ante algunas situaciones van modificándose. Nombro sólo tres, comprendan que no fueron exactamente así. Son ejemplos.

1. Hace tiempo me daba cuenta que una conversación era agresiva cuando ya estaba discutiendo. Llegaba a mi casa cansado y lamentándome por la forma como había terminado todo.

2. Después había momentos en que, ante situaciones parecidas a la anterior, tenía conciencia de la situación no deseada cuando estaba hablando de un asunto (no problema) y, al presentir que el final no deseado estaba cerca, trataba de cambiar la forma de hablar.

3. Actualmente, trato de darme cuenta antes de que comience una conversación que puede ser agresiva.

-Por otra parte, el Maestro dice que no se puede disfrutar siempre, que así se sufre mucho más. Pienso que toda situación agradable o no tiene un motivo. Lo importante es qué enseñanza me deja. Debo tener fé y paciencia. Porque si el Maestro no se cansa de tenerme paciencia para enseñarme, no puedo permitirme no tener paciencia para aprender. Creer más en mí. NAN MO A MI TUO FOO. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS !!!

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Resumen de las palabras de los alumnos del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 30 de enero de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización de los autores.

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