-Durante estos días que estuve en Taiwan los extrañé mucho -dijo el Maestro-. Allá la pasé muy bien. Lamentablemente, un día antes del año nuevo chino ocurrió el terremoto. Fue de 6.4 puntos, que no es mucho, pero provocó muchos derrumbes. Todo depende de qué tipo de movimientos genere
el terremoto; hay ciertos movimientos que hacen que las casas y edificios se caigan. Todo empezó pocos minutos antes de las cuatro de la madrugada. Yo estaba lejos del epicentro, en Taichung y no lo sentí.

-Ustedes tienen mucha suerte de vivir aquí porque hay muchos menos desastres naturales. Acá los desastres los provocan los seres humanos. Pero incluso los desastres naturales tienen relación con la actividad humana. Ya hablé de eso en otra oportunidad. La mala energía de los humanos puede provocar desequilibrios naturales al chocar con la energía pura de la Naturaleza.

-Yo no sé si la gente entiende cabalmente esta cuestión. Son muchos los que dicen «hay que cuidar el planeta», pero se lo dicen a los demás; no se lo dicen a sí mismos. Esa es la clave del problema. Ya hubo cinco extinciones masivas en nuestro planeta y se acerca otra. Tal vez ese proceso doloroso haga que la Humanidad tome conciencia de la necesidad de un cambio de mentalidad y de conductas.

-Antes en los aeropuertos había surtidores de agua públicos donde uno podía beber si tenía sed. Ahora ya no hay; si uno necesita beber tiene que comprar en alguno de los negocios del aeropuerto. Pareciera que todos los cambios obedecen a una única lógica: ganar más plata. La Humanidad está destruyendo el planeta por buscar más y más ganancias. La mayoría de los desequilibrios naturales que estamos sufriendo tienen que
ver con la codicia sin límites.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 13 de febrero de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.