El verdadero disfrute

May 28th, 2016 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Ayer vino a mi consultorio un alumno a tomar una clase particular –dijo el Maestro-. Es un hombre de 75 años que estudia chi kong desde hace dos meses. Al rato llegó otro alumno que, al entrar, me saludó a la manera tradicional, con una inclinación del cuerpo hacia delante. El señor fue testigo del saludo y más tarde me preguntó cómo se hacía el saludo. Le expliqué como se ponen las manos juntas a la altura del corazón y cómo es la inclinación. Le expliqué también que, además de saludo, es también una expresión de respeto hacia el otro. Al terminar la clase, nos despedimos con el saludo tradicional

-Cuando la gente ve algo bueno, siente deseo de copiarlo, como este alumno que quiso aprender a saludar de la manera antigua. Este tipo de saludo es muy bueno pero no hay que exigírselo a los demás; tiene que surgir naturalmente. Uno tiene que saludar con respeto a los demás y de esa manera los demás le devolverán el mismo trato.

-Cuando practicamos en profundidad nuestro arte empezamos a disfrutar de la práctica. Empezamos a sentirle el sabor, como si estuviéramos saboreando una receta sublime. Si todos los condimentos son más o menos los mismos ¿por qué lo que cocina un cocinero sabe diferente a lo que cocinó otro cocinero? Porque la mente de un cocinero es diferente a la del otro. Es la mente la que le da sabor a la comida.

-Pero para poder llegar a profundizar en la práctica hay que tener una base sólida. Si las cuestiones básicas no están bien incorporadas, no se puede avanzar. A veces es el cuerpo el que nos dice si estamos haciendo la técnica bien o mal. Si ponemos mal una pierna o la cadera o si inclinamos indebidamente el torso, sentiremos una molestia. Es el cuerpo que nos está avisando que estamos haciendo algo mal. Por ejemplo, si queremos girar sobre un pie, es necesario liberar ese pie llevando el peso a la otra pierna. De lo contrario, será más difícil el giro y las articulaciones de esa pierna se verán sometidas a una presión innecesaria. Un alumno que no pasaba el peso correctamente antes de girar sentía molestia en la rodilla justamente por eso. Si uno pone atención a los pequeños detalles, la técnica será perfecta y el cuerpo se sentirá liviano y cómodo.

-Nuestro estilo es muy natural y si realizamos la técnica correctamente podremos recargar nuestra energía y a la vez sentirnos livianos. Para lograr esto hay que practicar con paciencia y concentración. ¿Y qué otra cosa hace falta?

-Disciplina –dije yo.

-Exacto, disciplina, para hacer las cosas bien a pesar de todo. Además, hay que unir mente y cuerpo para poder movernos como una unidad, todo junto, todo al mismo tiempo. De esta manera podremos disfrutar de nuestra práctica. Este es el auténtico disfrute. La mayoría de la gente piensa que disfrutar es otra cosa; es llenarse de cosas externas que brindan una satisfacción pasajera. Hace muchos años tuve un restaurante y conocí a una chica que venía a comer y después iba al baño a vomitar. Comía e inmediatamente vomitaba. Esa es una forma de codicia, la codicia de comida. Alguna gente come de más teniendo en cuenta únicamente el placer que se siente en la boca, pero no tiene en cuenta el sufrimiento que el exceso de comida provoca a los demás órganos del cuerpo. El verdadero disfrute no viene de las cosas materiales.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 28 de mayo de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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