Lento y rápido

Ago 27th, 2016 | By | Category: Charlas con el Maestro

Esta lluviosa mañana de sábado El Maestro regresó de su viaje por Europa. Nos mostró la primera parte de la forma. Primero la hizo lentamente y luego más rápido.

-¿Por qué practicamos lento? –preguntó-. Por varios motivos, uno de ellos es para desarrollar la paciencia. El otro es para desarrollar el equilibrio. Realizar una técnica velozmente, por ejemplo una patada, es fácil, pero si quisiéramos patear lentamente pondríamos a prueba y fortaleceríamos todos los mecanismos neuro-musculares del equilibrio. En Taiwán hay un torneo de ciclismo en el que gana el que va más lento sin apoyar los pies en el suelo.

-En taichi chuan debemos ser capaces de entender la forma lenta y la rápida. Hacer la forma rápido ayuda a comprender mejor los usos y aplicaciones. En cualquier caso, lenta o rápida, tenemos que ejecutarla sin descuidar ningún detalle. Hay que realizar la práctica con total atención, no así nomás.

-Un paciente vino a su segunda sesión diciendo que su malestar no había disminuido. Le pregunté si había hecho el ejercicio que le indiqué para aliviar el dolor y me respondió que sí. Le pedí que me lo muestre e hizo cualquier cosa. Si uno no realiza la práctica de manera concentrada y correcta, los resultados nunca llegan. En cambio, si en esta vida logramos que nuestro cuerpo actúe con disciplina, paciencia y concentración, inevitablemente vamos a hacer lo correcto.

-Maestro, hoy nos hizo practicar la primera parte de la forma de manera mental, con los ojos cerrados y sin mover el cuerpo –dijo Claudia-. ¿Cuáles son los beneficios de esa práctica?

-Por un lado, exige una concentración más profunda. Por otro lado, cuando uno está lesionado y debe guardar reposo, la práctica mental del taichi chuan ayuda a que los músculos no se atrofien y se mantengan elásticos.

-La semana pasada les hablé de la gente que necesita música para meditar. Expliqué que el propósito de la meditación no se logra si la mente está atendiendo a la música. Lo que buscamos es aquietar la mente, hacer silencio, para así, algún día poder escuchar el sonido del Universo.

-En mi casa vive un gato que se llama Dragón Negro. Algunos meses atrás tuve que ausentarme por varios días y no me despedí de él al irme. Días después llamé a mi casa y mi esposa me contó que hacía tres días que Dragón Negro no comía. Al sentarme a meditar me dirigí a mi gato y le expliqué que había tenido que salir de casa por unos días, pero que pronto volvería. Le pedí perdón por no haberle avisado y le dije que mí él es muy valioso y que lo quiero mucho. Le pedí que no se desanime y que cuide bien mi casa, que pronto íbamos a reencontrarnos. Al otro día, al llamar a mi esposa, me enteré de que Dragón Negro había vuelto a comer. Para este viaje, preparé a mi gato con dos semanas de anticipación, para que no haya sorpresas. Esta mañana, al volver a casa, me acerqué a saludarlo y preguntarle cómo estaba. Me respondió: “miau”.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 27 de agosto de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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