Que tu carácter sea como el agua

Oct 15th, 2016 | By | Category: Charlas con el Maestro

Durante la ejecución de la forma, el Maestro corrigió a un alumno que había dado un paso demasiado largo.

-Al dar un paso tan largo, luego quedará dentro de una postura muy abierta –dijo el Maestro-. Cuando quiera bajar al centro antes de emitir su energía, no va a poder hacerlo, porque las posturas demasiado abiertas lo impiden. Por eso en nuestro estilo no damos pasos tan largos ni tenemos posturas tan largas. Hay que saber controlar la codicia, incluso cuando caminamos. La codicia no es algo únicamente relacionado con el dinero o las cuestiones económicas. Es también querer más de lo necesario o de lo prudente. ¿Por qué no adoptamos posturas tan largas? Porque es muy difícil salir de ellas en caso de necesidad. Adoptamos posturas cómodas que nos permiten cambiar el peso fácilmente y desplazarnos en el espacio fácilmente.

-Hace algunos años vino a mi consultorio un compatriota que tenía una empresa en la que fabricaba envases. Usaba máquinas muy costosas y la demanda había crecido. Me contó que tenía planeado comprar una nueva máquina que costaba 3 millones de dólares y que para eso iba a pedir un préstamo bancario. Le pregunté cuánto iba a pedir prestado y me dijo que el 100%. Le pregunté cuánto había aumentado la demanda y me dijo que el 60%. Le dije que en esas condiciones no era prudente comprar la nueva máquina y él me respondió: “Usted hace acupuntura y no entiende de negocios”. El paciente se endeudó, compró la maquinaria y a los seis meses debió cerrar su fábrica y vender su casa de fin de semana. Algunos años después volvió a mi consultorio y tenía puesto un mameluco de pintor. Me contó que pintaba casas como medio de subsistencia. Cuando uno se deja llevar por la codicia puede perder todo lo que tiene.

-Maestro ¿cómo distinguir lo que es codicia del legítimo deseo de progresar? –preguntó Eugenio.

-El señor de esta historia que les conté quiso tener más, quiso dar un más largo, pero no estaba en condiciones de sostenerse durante el proceso, Puso en peligro su propio equilibrio y cayó. Si él tuviera el 60% del capital necesario para comprar la nueva maquinaria, pedir un préstamo bancario sería viable, pero pedir prestado el 100% es algo muy arriesgado para la estabilidad de la empresa. Por querer tener más de lo razonable, perdió lo que había construido en 20 años de trabajo. Yo no estudié administración de empresas, pero aprendí del taichi chuan lo importante que es mantener el equilibrio y avanzar sobre seguro. Por eso siempre les digo que si comprenden los detalles pequeños de este arte van a poder comprender todo lo demás.

-Otra vez vino a mi consultorio un señor cuya madre había fallecido recientemente. Me contó que  su mamá había sido operada de la vesícula y que a las dos semanas murió y que él planeaba hacerle juicio al cirujano por mala praxis y exigir el pago de una buena suma de dinero. Yo le pregunté cómo estaba el rostro de su mamá luego de morir y me dijo que su expresión era de una profunda paz. Entonces, le aconsejé no iniciar la demanda contra el cirujano porque seguramente iba a perder. El señor ignoró mis palabras y siguió adelante con sus planes. Años más tarde la justicia le dio la razón al cirujano y el señor tuvo que pagar los gastos del juicio. Yo ya sabía cómo iba a terminar todo, pero el otro no quiso escuchar. Si se fijan bien verán que la codicia está en el origen de la mayoría de los problemas que sufre la gente.

-¿Luchar para comprarse la casa donde uno va a vivir también es codicia? Usted una vez me dijo que hay que saber distinguir las metas de la codicia –dijo Eugenio.

-Claro. Tener metas en la vida es bueno. Usted se propone como objetivo comprar su propia casa y lucha por conseguirlo; eso está muy bien. Todo el mundo necesita un lugar donde vivir. Eso no es codicia. En nuestra práctica aprendemos a controlar la codicia y a desarrollar la compasión y el amor hacia todos los seres vivos. ¿Y cómo medimos los logros de la práctica? Si no tenemos cinturones en nuestra escuela ¿cómo nos damos cuenta de los progresos del alumno? Si logramos pulir nuestro carácter puede decirse que avanzamos en la práctica. Hay una frase que dice: “Que tu carácter sea como el agua”. Esto significa ser como el agua, capaces de adaptarnos a todas las formas. Si el carácter del alumno le permite aceptar todo lo que venga, podemos decir que aprendió. Si uno no comprende esto, vive toda la vida buscando ventajas y más ganancias. Así como alimentamos el cuerpo todos los días, es importante alimentar todos los días el espíritu. Vale la pena preguntarnos: ¿qué le dimos de comer a nuestro espíritu hoy?

-Estoy muy contento porque los alumnos que vienen ahora tienen más entusiasmo y ganas de practicar. Dos alumnos nuevos de chi kong están muy entusiasmados con sus avances en tan poco tiempo. Es que cuando hay hambre de aprender, cuando el alumno está concentrado, lo poco que enseña el maestro se aprovecha en su totalidad. Antes era diferente, no sé qué cambió. Tal vez ahora la gente conozca más sobre nuestra Escuela y lo que enseñamos y antes no nos conocían tanto. La gente viene desde lejos para dejar las drogas o el tabaco, vienen desde Necochea y otros lugares. Hace poco vino una paciente y yo le pregunté cómo supo de mí. Me contó que ella nació en Italia y vino a vivir a Argentina siendo niña. El año pasado visitó Italia y allí debió consultar a un médico. Cuando el profesional supo que la señora estaba de paseo y que vivía en Buenos Aires, le dijo: “Si vive en Argentina, le conviene consultar al doctor Chao”.

………………………………………

Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15 de octubre de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

Deje su comentario