Este sábado al llegar a la plaza, descubrí que nuestro sitio tradicional de práctica había sido habilitado al público, luego de varios meses de obras de restauración. Llamé a los demás compañeros de práctica que estaban en el sitio que veníamos ocupando en las últimas semanas y nos instalamos alrededor de nuestro querido y antiguo pino, heredero del pino del Convento de San Lorenzo, bajo el cual se sentó una vez el Gral. San Martín.

-Hace casi un año que empezaron las obras aquí y tuvimos que irnos –dijo el Maestro-. Esto es como volver a casa; a una casa renovada. Le agradecemos al Gobierno, que hizo estos arreglos para poner más linda la plaza y que podamos estar más cómodos. Para mantener bien el pasto de la plaza es necesario que vengan periódicamente a cortarlo, pero si hubiera vacas y caballos no sería necesario, pues ellos comen el pasto y lo mantienen corto. La Naturaleza se las arregla para mantener su equilibrio. Con sólo dos vacas se podría mantener bien el pasto de esta plaza.

-En 1998 viajé con unos amigos a Córdoba y allí preguntamos si había leche de cabra. Conseguimos dos litros y estaba muy rica. Nos dijeron que éramos los únicos que pedían leche de cabra. Cuando uno tiene los glóbulos blancos muy altos, la leche de cabra ayuda a recuperar el equilibrio.

-Cuando yo tenía 9 años y vivía en Tucumán –dijo Angélica-, enfermé de tos convulsa. El médico le dijo a mi mamá que para curarme tenía que tomar leche de yegua. Todas las mañanas me levantaban a las cinco y caminábamos varios kilómetros hasta un lugar donde había una yegua. Tomaba su leche y volvíamos a casa. Me curé, aunque no sé si fue por la leche o por las caminatas.

-El pasto de esta plaza es muy bueno. Hay otro pasto, más fino y más duro, que crece en la tierra que poco fértil y que tarda más en llenar la panza de la vaca. Por eso, si ustedes están en un campo y ven que al mediodía las vacas todavía están comiendo, es señal de que el pasto de esa zona es duro y que la tierra no es la mejor, tal vez tenga mucha arena o mucha piedra. Actualmente, en las ciudades hay muy poca Naturaleza y en el campo faltan muchas cosas útiles de la ciudad. Ese desequilibrio no es bueno.

-Respecto a la jornada de meditación, vamos a hacerla en mi casa. Nos encontramos directamente allá a las 9 hs.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 8 de octubre de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.