-Si uno hace bien los ejercicios, con la mente atenta, de manera fluida, lentamente y en sincronía con la respiración –dijo el Maestro-, naturalmente se fortalecerá la disciplina. La semana pasada hablamos sobre el amor y sobre cómo se desarrolla. Dijimos que el amor nace de adentro de cada uno. ¿Cómo hacer para incrementar el amor que todos tenemos dentro? ¿Cómo hacer para que crezca como la masa de pan con levadura? No basta con querer amar, no alcanza con la mente. La clave está en practicar con total concentración, uniendo mente y cuerpo. La concentración fortalecida por la práctica irá conectándonos con nuestra alma, que es fuente inagotable de amor.

-Nuestra alma está llena de amor. Pero no es fácil conectarse con ella. Estamos educados para buscar el amor afuera de nosotros y perdemos tiempo y energía en esa búsqueda. La tarea es buscar adentro y para llegar a nuestra alma tenemos que perforar el grueso muro detrás del cual la encerramos. Cuando éramos niños estábamos conectados con nuestra alma, pero a medida que fuimos creciendo nos fuimos alejando de ella, volcando toda nuestra atención al mundo exterior. Fuimos educados para valorar el mundo material y descuidar el mundo espiritual interior. Nuestros ojos fueron entrenados para encontrar aquello que nos conviene en términos de ganancia y pérdida material, desarrollando así la codicia.

-Nuestra alma dejó de hablarnos porque dejamos de escucharla y entre ella y nosotros se fue formando un muro cada vez más grueso. Se trata de perforar ese muro y re encontrarnos con nuestra alma. Nadie puede ayudarnos a hacer esta tarea; es un trabajo personal de cada uno. Otras personas que ya lo hicieron pueden ayudar enseñándonos el camino que siguieron, pero no pueden hacer el trabajo por nosotros. La herramienta que necesitaremos para penetrar el muro es la concentración.  Por eso es tan importante aprender a controlar nuestra mente. Sin este control no podremos tener una concentración fuerte. Nuestra práctica es ideal para desarrollar control sobre la propia mente y por lo tanto, para fortalecer la concentración. Respiración, mente y cuerpo trabajando unidos.

-Si no logramos re encontrarnos con nuestra alma, seguiremos viviendo una vida a medias, siempre buscando llenar con cosas materiales un vacío que es imposible de llenar. Algunos pacientes vienen a mí con un problema en una parte del cuerpo. Yo la atiendo y el problema desaparece de ese lugar y al poco tiempo aparece en otra parte del cuerpo. Como esos globos que uno aprieta en un sitio y se hincha en otra parte. El problema nunca se va. ¿Por qué ocurre esto con algunas personas? Porque siguen generando karma negativo. El karma no viene únicamente de vidas anteriores. Todo el tiempo a través de nuestras acciones, palabras y pensamientos estamos generando karma, que puede ser negativo o positivo. A través de la buena práctica, a través del amor al prójimo, limpiamos nuestro karma negativo. Cuando uno logra conectarse con su alma, empieza a crecer el amor. Primero aprendemos a amarnos a nosotros. Tomamos conciencia de aquello que hacemos y que nos hace daño y dejamos de hacerlo. Luego tomamos conciencia de aquello que hacemos y provoca daño en el mundo y los seres que nos rodean y dejamos de hacerlo. De esta manera, desde adentro hacia fuera, va desarrollándose el gran amor.

-Podemos ayudar a los que nos rodean con cosas materiales, pero lo más importante es la ayuda que podemos brindar con nuestra mente, hablando con el otro para ayudarlo a cambiar aquellos puntos de vista que lo mantienen en una mala posición. Pero no todo el mundo está preparado para recibir este tipo de ayuda; mucha gente no está interesada en escuchar. Si no hay una actitud receptiva del otro, conviene no hablar pues sólo empeoraremos las cosas. Si el otro está caído y no tiene un clara voluntad de levantarse, no sirve de nada darle una mano; terminaremos agotados o cayendo nosotros también en el piso. Yo hablo con ustedes y les enseño la técnica porque ustedes vienen a la clase y demuestran voluntad de aprender. Si no lo hicieran, mis esfuerzos por ayudarles serían en vano.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 18 de febrero de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.