El señor Ma

Abr 30th, 2017 | By | Category: Charlas con el Maestro

El libro ya entró en imprenta –dijo el Maestro-. Si todo sale según lo previsto el 17 de mayo estará listo. Quiero agradecer a todos los alumnos que ayudaron a hacer esto posible. Y quiero pedirles más ayuda. Como no tenemos distribuidora ni librerías, vamos a vender el libro por Internet y necesitamos voluntarios que puedan entregar y cobrar el libro en su casa o lugar de trabajo. Por ejemplo, si un voluntario vive en Liniers, los compradores de esa zona se pondrán en contacto con él para ir retirar el libro a su casa o a un sitio que le resulte cómodo por el barrio. Cuantos más puntos de venta, mejor. Aquellos que quieran colaborar en esta tarea pueden escribirle a Daniel Fresno, indicando su nombre, correo electrónico, teléfono y zona de influencia.

-Ahora quisiera contarles sobre el Jack Ma, el dueño de la compañía Alibabá. Es el hombre más rico de China. Hace poco hablábamos sobre la gente que tiene éxito y sobre el trabajo que lleva lograr eso. Este señor Ma cuenta que cuando era más joven y buscaba trabajo fue rechazado en muchos empleos. Una vez él estaba en un grupo de 25 aspirantes a un empleo y la empresa contrató a todos menos a él. Pero Ma no se dio por vencido y siguió insistiendo. Durante todo este período de su vida Ma no era alguien conocido. Todos supieron de él cuando se hizo millonario, pero nadie supo de su lucha para llegar ahí. Nadie supo que cuando era joven y quería trabajar como profesor de inglés fue rechazado en muchos sitios a los que se presentó buscando empleo. Nadie se enteró de todos los emprendimientos que inició y que fracasaron. Cada uno de esos fracasos le sirvió como experiencia. Cada caída fue una oportunidad para volver a ponerse de pie habiendo aprendido algo nuevo. Por eso, si uno tiene una actitud correcta ante los fracasos tendrá más probabilidades de tener éxito. No tengan miedo a las caídas o a los fracasos; son oportunidades de aprender y crecer.

-Ma se asoció con Jet Li para crear «Taijizen», una iniciativa para difundir el taichi chuan -dijo Hernán.

-No se desanimen ni abandonen la lucha -continuó el Maestro-. La caída es señal de que hay que corregir algo y seguir luchando. No se comparen con los demás. Si fracasaron y al vecino le fue bien no piensen “a todos les va bien menos a mí”, porque cada persona tiene diferentes obstáculos que vencer. No piensen que es cuestión de suerte; es cuestión de disciplina, paciencia y concentración. Y no todo el mundo aprendió esos tres atributos. Por eso es importante nuestra práctica, porque aquí aprendemos disciplina, paciencia y concentración. Aquí aprendemos a estar atentos a lo que estamos haciendo en cada momento. Cuando los alumnos hacen un movimiento mal yo los corrijo. Algunos rectifican su error inmediatamente, a otros les lleva varias repeticiones, otros siguen haciéndolo mal a pesar de las correcciones. ¿Por qué pasa esto? Porque cada persona es distinta y en todos los ámbitos es igual. Algunos corrigen el rumbo equivocado inmediatamente, otros necesitan equivocarse muchas veces y otros no cambian el rumbo nunca. Esto no es suerte. Es la mente que está dispersa y no se concentra en el momento presente. Si la mente está presente es más fácil realizar las tareas del momento y uno se siente satisfecho consigo mismo. Cuando la mente está dispersa, las tareas tardan más en hacerse o se hacen mal o no se hacen y eso genera baja auto estima y depresión. Por eso es tan importante fortalecer la mente a través de la concentración. Nuestros ejercicios son la  herramienta que usamos para lograr más concentración.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 29 de abril de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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