Un libro para todos los días

May 20th, 2017 | By | Category: Charlas con el Maestro

Hoy el Maestro vino a la plaza con una caja llena de ejemplares de Bajo el árbol, el libro que recopila sus charlas.

-¿Para qué sirve este libro? –preguntó el Maestro-. Es difícil responder esta pregunta porque todavía no lo leyeron. Pero les puedo decir que este libro no es como otros que se leen y se guardan en la biblioteca. Es un libro para leer despacio y reflexionar sobre lo que dice. Es para volver a leer y releer varias veces. No es un libro de moda, que dentro de un año va a ser viejo. Es un libro para mirar hacia adentro de uno y comparar lo que dice el libro con la vida que uno lleva. Al lector atento este libro lo puede ayudar a mejorar su vida. Cuando estén preocupados por algo o ante una situación complicada, consulten este libro y van a encontrar alguna respuesta.

-Es un libro para la mesita de luz –dijo Angélica.

-Sí. También pueden ponérselo como almohada en la cama. Así les va a quedar grabado en la mente -dijo el Maestro entre risas-. Todas las noches al acostarse es bueno hablar con uno mismo durante unos minutos. Hacer introspección y evaluar las cosas que ocurrieron durante la jornada. Qué cosas salieron bien y qué cosas salieron mal. Si no están habituados a esta rutina nocturna, pueden leer el libro.

-Entre otras cosas, el libro habla sobre cuál es la mejor inversión en la vida.

-El cultivo espiritual –dijo Eugenio.

-Si, el cultivo espiritual es una de las inversiones más valiosas que se pueden hacer. Es un bien que no se devalúa ni puede ser robado. Es un bien que queda para toda esta vida y las vidas siguientes. Es una inversión muy conveniente. En este libro también se habla sobre cómo acumular y conservar la energía positiva. A veces viene a mi consultorio gente que dice: “En mi lugar de trabajo hay personas con muy mala energía”. Yo les pregunto cómo saben que es mala energía y me responden: “porque al lado de estas personas me siento mal”. A mi consultorio todos los días llegan personas quejándose de diferentes dolencias, pero yo no recibo su mala energía. Hay que aprender y practicar para no ser vulnerable a la mala energía.

-¿Por qué saludamos así? –dice el Maestro mientras realiza el saludo tradicional de los asiáticos, con una inclinación de la cabeza hacia adelante-. Por un lado, las manos a la altura del corazón demuestran buena voluntad hacia el otro. Por el otro, al flexionarse, el tan tien se llena de energía y se pone firme para impedir la entrada de cualquier energía negativa. Este tipo de saludo es muy conveniente.

-En el trabajo no se puede saludar así a los demás –dijo una alumna.

-¿No puede? ¿Qué pasaría si usted saludara así a sus compañeros? Seguramente le preguntarían por qué lo hace y usted tendría la oportunidad de explicar sus motivos y sus compañeros se enterarían de las ventajas de saludar con el corazón. Le cuento mi experiencia. En mi consultorio a veces llegan alumnos antiguos que me saludan de la manera tradicional. Los pacientes que están en la sala de espera nos ven saludarnos y después preguntan y yo les explico. A la siguiente visita, ellos también saludan de esa manera. La incorporación de nuevos hábitos siempre empieza con una persona que hace algo distinto a lo que hacen los demás. Tal vez usted sea esa persona, la que enseñe a sus compañeros de trabajo las ventajas de saludar con una inclinación de cabeza. Todas las cosas empiezan con una persona. No todo el mundo viene a acá a la plaza a escuchar esto que digo. Usted tuvo la suerte de venir y escuchar. Tal vez lleve esto que escuchó acá a otros ámbitos y se lo enseñe a otras personas. Si esas personas aprenden algo bueno que usted les transmitió, el mérito volverá a usted. Al ayudar a otras personas a aprender cosas buenas y a vivir mejor tiene un gran mérito.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 20 de mayo de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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