-La gente usa lo aprendido acá para aplicarlo en su vida de manera muy diversa –dijo el Maestro-. Por ejemplo, Davide lo aplica en sus estudios universitarios.

-Encontrar al Maestro me cambió como persona –dijo Davide-. Estoy cursando nuevamente el CBC para entrar en Medicina y me saqué muy buenas notas. No es la primera vez que curso, pero sí es la primera vez que logro notas altas, un promedio de diez. Hace mucho que no estudiaba y no sabía cómo me iba a ir ahora en esta nueva etapa de estudios. Con muchas dudas me anoté en tres materias, que tienen fama de ser las más difíciles, pero la disciplina aprendida aquí me ayudó mucho.

-Es cierto que cuento con tiempo para estudiar, pero antes también tenía condiciones favorables para estudiar y no me sacaba buenas notas. Para darse una idea de lo difícil que son estas materias, tengan en cuenta que el 60% de los estudiantes se saca cuatro. Por eso quiero agradecer al Maestro por haberme ayudado a realizar este cambio tan importante. Y también quiero agradecer a Matías Scotti, que fue el primero que me introdujo en el mundo de las artes marciales y que me presentó al Maestro. Matías también tuvo un papel importante en este cambio en mi vida.

Todo el mundo aplaudió con entusiasmo a Davide y el Maestro dijo:

-Ahora quisiera hablar sobre el mantra que recitamos en el grupo todas las clases. Al recitarlo aquí, alrededor del árbol, se genera un campo de energía positiva que nos nutre a todos. Si uno tiene un ser querido enfermo, puede al terminar la clase dar siete o nueve vueltas alrededor del árbol y así recolectar esa energía positiva para luego llevársela a la persona necesitada. Esa caminata circular hay que hacerla con mucha concentración y mente positiva, de lo contrario no tendrá el efecto deseado. En nuestra práctica la mente concentrada es lo más importante. Los resultados positivos que muestra Davide en sus estudios son resultado de la mente concentrada. Por eso siempre insisto en la necesidad de desarrollar disciplina, paciencia y concentración. La disciplina nos permite organizar un plan de acción, siguiendo los pasos ordenados para alcanzar el objetivo y dejando de lado aquello que nos desvía de nuestro camino. La disciplina debe aplicarse en todas la áreas de la vida, no solo en aquellas relacionadas con el trabajo o el estudio. Cuando cuerpo y mente marchan unidos todo sale mejor. Lo que se piensa y se dice deben estar en armonía con lo que se hace. La paciencia es la que permite enfrentar las dificultades de la práctica. Al empezar taichi chuan se siente dolor en las piernas y algunos pueden sentirse tentados de abandonar. Pero deben saber que ese dolor va a pasar y la paciencia nos permite continuar con la práctica. Cuando nos enfrentemos con las dificultades de la práctica debemos recordar que sin dificultades es imposible aprender. ¿Alguien quiere decir algo?

-Sí, yo quisiera agregar algo –dijo Davide-. Otro cambio que experimenté gracias a la práctica es que en esta nueva etapa de estudios pude hacer muchos amigos. Se generó una buena afinidad con varias personas y nos ayudamos mutuamente a estudiar.

-En el vínculo con los demás es importante dar sin esperar nada a cambio –dijo el Maestro-. Sonreír al otro sin exigir que el otro también sea amable. Todo empieza por uno. Si quiero que el mundo sea amable tengo que empezar yo siendo amable. Todos los días al levantarnos, mirémonos al espejo y estudiemos nuestra cara. ¿Qué transmite nuestra expresión? ¿Es esa la imagen que queremos transmitir? ¿Podemos ensayar otros gestos más acordes con lo que queremos decir al otro?

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15 de julio de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.