-Les quiero contar algo que pasó con Miguel –dijo el Maestro-. Hace poco, cuando recibimos la bendición del Papa Francisco grabamos acá en la plaza un video que, entre otras cosas, nos mostraba practicando la forma de taichi chuan. Al verse en el video Miguel descubrió que no le gustaba la manera en que hacía la forma. “Me dio vergüenza verme en ese video”, me dijo y pidió tomar clases para corregir y se produjo en su postura y sus movimientos un gran cambio. Esto muestra lo útil que puede ser un video para verse a uno mismo, descubrir cosas que de otra manera no se verían y poder perfeccionar la práctica. Les sugiero que cuando practiquen en casa se graben y luego miren el video a ver qué descubren al comparar con lo que practican en la plaza. De esta manera pueden progresar más y aprender a corregirse a ustedes mismos.

-Estoy muy contento de que hayan venido tantos alumnos a la plaza a pesar de la lluvia. Eso demuestra lo fuerte que es su voluntad y su paciencia. Aprovecho esta oportunidad para explicar cómo es el protocolo para los días de lluvia. Aunque esté lloviendo, igual nos encontramos en la plaza. Si en la glorieta de enfrente hay lugar, nos ubicamos ahí. Si no hay lugar nos vamos a mi consultorio. Los días de lluvia, cuando nos vemos obligados a estar en un espacio más reducido, aprovecho para enseñar cosas especiales. En cualquier caso, primero nos encontramos acá en la plaza.

-Usted nos dice que practiquemos en casa –dijo una alumna-, pero yo no me acuerdo todos los movimientos y tengo miedo que, al practicar sola, termine incorporando errores.

-No importa, hay que insistir en la práctica, con toda la atención puesta en lo que está haciendo y recordando lo que vio en la clase. Antes de aprender con el Maestro Wang Shu Chin, yo estudié karate. Era cinturón blanco y el profesor me mandaba a pelear con alumnos más avanzados, pero yo no me fijaba en el color del cinturón del otro, lo único que tenía en la mente era el deseo de ganar.  La primera vez los golpes del otro entraban. Al volver a casa y me puse a practicar para fortalecer mis puntos débiles. A la segunda vez, la situación fue más pareja, pero al volver a casa seguí practicando para mejorar. A la tercera vez, pude entrar con mis golpes. Les cuento esto para que no se desanimen si algo no les sale. Piensen por qué no les sale, investiguen qué tienen que corregir o mejorar para que les salga bien y practiquen. Si quieren pueden consultar los videos que grabó Hernán con los ejercicios de tao yin.

-Yo los tengo en video y se los puedo enviar a los compañeros de práctica –dijo Hernán-. Sólo a aquellos que vienen regularmente a practicar.

-Los videos de nuestra escuela no son para todo público; sólo para los alumnos que vienen a clase. No nos interesa usar los videos para promocionarnos. Nosotros no hacemos propaganda ni pagamos avisos. La gente que viene, viene porque tiene deseos de aprender acá y se entera porque otra persona le contó. Yo quiero que la gente aprenda de manera seria y sólida. Si el alumno aprende bien, su vida se transforma y luego ayuda a mejorar la vida de sus familiares y gente cercana. El que practica seriamente genera bienestar para su propia vida y para las generaciones futuras. Por eso yo dedico tiempo a estas charlas, para transmitirles este mensaje y que se haga carne en ustedes. En lugar de charlar y explicar, me convendría más ponerme a practicar mientras ustedes me siguen.

-Así enseñan la mayoría de los maestros chinos en su clases grupales y seminarios –dije yo-. Hacen la forma y la gente copia. Si alguien quiere explicaciones y detalles, tiene que pagar clases privadas.

-Mucha gente aprende de esta manera. Toma clases en las que se la pasa imitando los movimientos del maestro, pero no termina de entender nada y no saben para qué sirve lo ven; sólo copian el movimiento exterior. No les queda nada adentro. Es mejor hacer esto que quedarse sentado en el sillón y no hacer nada, pero es muy diferente al aprendizaje real de la esencia del arte.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de agosto de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor