Enfocarse en lo importante

Nov 5th, 2017 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Horacio tiene algo que contarnos –dijo el Maestro.
-Hace pocos días tuve que ir a trabajar a Santiago del Estero –dijo Horacio-. Allá la gente es más tranquila que acá. Con todos los cambios que se están dando en mi vida, últimamente me conecto y hablo más con la gente. Allá me ponía a leer “Bajo el árbol” y la gente se acercaba y me preguntaban y yo les contaba lo valioso que es este libro y cuánto me ayudó para mejorar mi vida. Les explicaba que es un libro basado en experiencias reales del Maestro y que ayuda a la persona a encontrarse a sí misma. Y así pude vender dos libros, que más que una venta, fue una manera de ayudar a otros, porque las enseñanzas del Maestro que hay en el libro son de gran ayuda. El otro día hablaba con él y le contaba que últimamente me distraía mucho con las nuevas tecnologías de comunicación y que me costaba concentrarme. El me dijo algo muy valioso: “Averigüe qué es importante y enfóquese en eso”. Hacer esto no es fácil, pero estoy tratando de hacerlo y eso me está dando mucha libertad y más energía.

-Muy bien –dijo el Maestro-. “Bajo el árbol” no es sólo mío; es de todos. Y tratar de llegar con él  a más gente es algo que nos beneficia a todos. Cuando hayamos recolectado dinero suficiente a través de la venta del libro, vamos a hacer un viaje como el que hicimos en 2009 a San Pedro. Ahora quisiera contarles la historia de un señor taiwanés que nació sin piernas. Vivía con sus padres en la montaña y desde chico tuvo muchas ganas de estudiar. Para poder ir a la escuela se fabricó una especie de patineta con la que se transportaba. Llegó a estudiar en la universidad y hoy es un gran inventor. Ahora está construyendo un sitio de alrededor de una hectárea en la que podrán reunirse los discapacitados para estudiar e investigar soluciones a sus problemas. Les cuento esta historia porque es un ejemplo de cómo la gente puede salir adelante si lucha por sus objetivos. También nos ayuda a valorar y agradecer lo que tenemos, nuestras dos piernas, nuestros dos brazos, nuestra salud. El caso de este señor taiwanés puede servirnos como enseñanza. Tuve una paciente que sufría depresión y un día logré convencerla para que venga a hacer trabajo voluntario al geriátrico al que vamos con la Fundación Tzu Chi. Esa experiencia le sirvió para darse cuenta de que sus problemas no eran tan terribles. Es muy importante aprovechar la experiencia de otros para aprender. Yo cuando era chico no pasaba demasiado tiempo con chicos de mi edad; me gustaba más estar con ancianos y escuchar sus historias y experiencias de vida. De esta manera aprendí muchas cosas valiosas. Pero con escuchar no basta; hay que llevar las ideas a la práctica y ponerlas a prueba. Es como con las recetas de cocina. Uno puede tener en la mente información precisa sobre los ingredientes necesarios de una comida, pero eso no significa que la comida salga bien. Entre la teoría y la práctica hay una enorme distancia que es necesario recorrer. Sólo a través de la experiencia práctica podemos llegar a convertir esa lista de ingredientes en un plato rico y nutritivo.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 4 de noviembre de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor

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