Aprender del pasado, planear el futuro

Ene 6th, 2018 | By | Category: Charlas con el Maestro

Luego de hacer los ejercicios del comienzo de la clase, nos reunimos para leer un texto que el Maestro envió desde Taiwán:

“Muy bien. En este año que pasó, ustedes reflexionaron sobre los obstáculos pasado o los aprendizajes acumulados. Todo esto les servirá como experiencia para el futuro. Todos sabemos que reflexionar sobre lo pasado es bueno para un mejor futuro, pero no todos estamos acostumbrados a hacerlo. También hay gente que piensa que no es necesario realizar ningún ajuste sobre lo hecho en el pasado, y seguirá haciendo las cosas de igual manera en el futuro. Por ejemplo, algunos piensan que hablar delante de mucha gente es algo cotidiano, que no es necesario prepararse o pensar qué decir de antemano. Entonces, cuando llega el momento de hablar, se ponen nerviosos al ver tanta gente y no pueden hablar fluidamente o no hablan como lo hubieran deseado. Todo acto requiere pensar las cosas en detalle con anterioridad y realizar ensayos para que todo salga natural y tenga el efecto deseado, tal como los actores necesitan trabajar sobre un papel o una escena y ensayan continuamente antes de la presentación formal. De manera similar, necesitamos una premeditar los planes a realizar antes de que comience un nuevo año, y luego practicarlos varias veces para que todo salga bien. Por eso, a fines del año nos alentamos mutuamente para que el siguiente año sea mejor, y así vamos mejorando año a año, y las cosas nos salen más fáciles”.

-¿Alguien quiere decir algo? –pregunté.

-Yo quiero contar que siguiendo un consejo del Maestro, hace algunos años empecé a llevar un diario personal –dijo Eugenio-. Antes de acostarme escribo lo que pasó durante el día, las personas con las que me encontré, lo que sentí y lo que pensé en cada circunstancia. Esto me resultó muy valioso, sobre todo cuando leo lo que escribí tiempo atrás. Es una manera muy eficaz de conocerse a uno mismo.

-Yo quisiera hablar sobre los ejercicios que hacemos al comienzo de la clase –dije-. El Maestro siempre nos dice que no son una mera entrada en calor y es cierto. Son ejercicios muy completos y que dan muy buenos resultados si uno busca elongación, tonificar y abrir las articulaciones. Hace poco una persona me dijo: “a mí me gusta el taichi chuan, pero tendría que hacer más actividad física y no tengo plata para ir al gimnasio”. El tao yin que hacemos en taichi chuan es una gimnasia muy completa y no se necesita ir a ningún gimnasio para hacerla. Tampoco se requiere demasiado espacio. Durante la clase hacemos pocas repeticiones porque de lo contrario la clase se haría muy larga. Pero cada uno en su casa puede hacer 36 repeticiones de cada movimiento todos los días y verán los resultados.

-Yo practico los ejercicios en mi casa –dijo Claudia-, y después me siento muy bien. Incluso, aquellos días en los que no puedo practicar, siento que me falta algo.

-Vos decís que al practicar te sentís muy bien y muestra la íntima relación que hay entre la actividad física y la mente. Mucha gente cree que la  actividad intelectual es independiente del cuerpo, pero no es así. El cerebro necesita oxígeno y nutrientes, especialmente glucosa, para funcionar normalmente. Si la persona tiene un estilo de vida sedentario, el cerebro recibe menos oxígeno y nutrientes y se acostumbra a funcionar a media máquina. Lo mismo ocurre con el estado de ánimo. Si uno practica regularmente, mejora el estado de ánimo. Nuestros ejercicios además no requieren de ninguna máquina o aparato. Algunas personas se ponen como excusa “para hacer ejercicio necesitaría tener una bicicleta fija o una caminadora”. Tenemos todo lo necesario para practicar, el cuerpo, la mente, el suelo y la fuerza de gravedad; no hace falta nada más.

Deje su comentario