-Al alumno nuevo, los ejercicios pueden parecerle difíciles –dijo el Maestro-. Para que sea más fácil hay que encontrar el punto más importante del movimiento. Por eso esta práctica ayuda a la concentración y permite cultivar la paciencia. A pesar de estar practicando desde hace mucho, hay alumnos a los que le sigue costando hacer cosas básicas. Por ejemplo, cuando hacemos “Abrazar el árbol”, el pie de atrás debe estar paralelo al de adelante. Lo dije muchas veces, pero lo siguen poniendo con la punta hacia fuera. Eso no sirve. Si hacemos que las puntas de los dedos mayores de la mano se toquen, eso puede ayudar a que el pie de atrás no gire hacia fuera. En este caso, el punto importante dónde enfocar la atención es el toque de ambos dedos, lo que permite que todo lo demás se acomode solo.

-El gran problema es que la mente va para un lado y el cuerpo va para el otro –dijo Rafael-. Si pudiéramos unir ambas cosas, todo sería más fácil.

-La herramienta para unir la mente con el cuerpo es la concentración en el movimiento –dijo el Maestro-. Todo junto, todo al mismo tiempo, más paciencia y mejor concentración. Siempre les digo que la mirada sigue el movimiento de las manos, pero esto implica mover también la cabeza siguiendo a la mirada. Algunos alumnos dejan fija la cabeza y mueven los ojos como mirando de reojo. Eso no está bien y genera contractura en el cuello. Por eso la clase pasada les dije que muevan la cara siguiendo el movimiento de las manos. Es mucho más fácil y más saludable hacerlo así, sin embargo algunos lo hacen de una manera que puede provocarles daño. ¿Por qué lo hacen? ¿Quién desea tener el cuello contracturado? Por eso les digo siempre que el peor enemigo es uno mismo. Cuando la mente y el cuerpo no están unidos pasan estas cosas. Nuestra práctica es para aprender a unir cuerpo y mente a través del movimiento. Todo esto lo explico más en detalle en mi próximo libro “Vibrando en la Naturaleza”. Nuestra alma es muy sencilla y pura y busca hacer lo correcto. Pero nosotros nos distraemos a través de los sentidos y actuamos de manera incorrecta. No practicamos únicamente para la salud, practicamos para sanar la mente y por lo tanto, para sanar la vida. Los cinco sentidos nos apartan del camino correcto, por eso, si los cerramos podremos escuchar la voz pura del alma.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 17 de marzo de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor