-Quiero contarles que se cambió la fecha de la operación de Daniel Dos Santos –dijo el Maestro-. Van a operarlo el día 12 de este mes y el hospital dice que hay que conseguir al menos cuatro donantes antes de esa fecha, de lo contrario, se suspende la operación.  Los que puedan donar deben ir al Hospital Militar, Av. Luis María Campos 726. En el tercer piso está el servicio de hemoterapia. Pueden ir de lunes a viernes de 8 a 10 de la mañana, con documento de identidad, indicando que la donación es para Daniel Dos Santos. Ahora vamos a recitar el mantra siete veces, pensando en Daniel y enviando buena energía para que la operación resulte exitosa. También los invito a que el jueves 12, día de la operación, cada uno desde su casa piense en Daniel y le mande energía positiva.

Luego de recitar el mantra, el Maestro dijo:

– Semanas atrás les conté de la mordedura que sufrió Darío cuando intentaba separar a dos perros que peleaban. El otro día me pidió perdón por no haber escuchado mi consejo, a pesar de haberlo escuchado más de una vez. Por eso yo repito las cosas tantas veces, porque a pesar de las reiteraciones, no siempre se escucha lo que digo. Muchas personas, al escuchar lo que hablo, piensan: “esto no es para mí”. Entonces, lo que digo les entra por una oreja y les sale por la otra. Un día, cuando les pasa algo como lo que le ocurrió a Darío, se dan cuenta, pero ya es tarde. Les había explicado que cuando vean una pelea no es prudente meterse a separar a los contendientes. Les dije que es mejor pararse cerca de ellos y recitar el mantra en voz alta hasta que dejen de pelear. Esto sólo funciona si uno está habituado a recitar el mantra, de lo contrario no será eficaz. Hay que recitar el mantra todo el tiempo para crear un escudo protector de energía positiva alrededor de uno.

-Esto me recuerda a una película que vi. Había un luchador de pakua chang que era invencible. Todos los que lo enfrentaban eran derrotados. Entonces, un tipo planeó vencerlo usando la psicología. Se acercó al luchador y lo llenó de elogios, alimentando su vanidad y arrogancia. “Es usted el artista marcial más grande de todos los tiempos”, le dijo y el luchador abrió grande la boca para lanzar una gran carcajada. En ese instante, el otro le disparó un dardo envenenado, que se clavó en el fondo de la garganta, matándolo inmediatamente. El luchador había logrado un enorme prestigio  a lo largo de muchos años, pero en un instante de soberbia lo perdió todo. Esta historia muestra que en un instante de flaqueza se puede perder todo lo ganado, incluso la vida. Todo el tiempo hay que estar atento y protegido.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 7 de abril de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor