-Les quiero mostrar una foto –dijo el Maestro, mientras buscaba imágenes en su celular-. ¿Ven este señor? –la pantalla mostraba a un anciano chino sonriente-. Tiene 104 años. Desde hace 46 años todos los días camina varias cuadras yendo a la casa de las personas que aportan dinero a la Fundación Tzu Chi, en Taiwán. El no tuvo oportunidad de estudiar y apenas sabe leer y escribir, pero todos los días hace su recorrido a pie. Alguna vez le preguntaron hasta cuándo iba a seguir haciendo esa actividad y él respondió: “mi camino no tiene fin”. ¿Cómo hace este señor para tener una vida tan activa siendo tan anciano? La clave está en su actitud positiva. Mantiene su mente simple y llena de energía positiva. Hay muchos ancianos que colaboran con la Fundación. Una vez la Maestra Cheng Yen los reunió a todos y les dijo que los años vividos son como dinero guardado en el bolsillo y que uno puede depositar parte de ese dinero en el banco para tener los bolsillos más livianos. Así, si uno tiene 80 años puede guardar en el banco unos 50 y quedarse con 30 nada más. De esta manera tendrá más vitalidad.

-¿Ustedes encuentran aburridos los ejercicios de tan lien? –todos respondimos que no-. Muchos se preguntarán por qué no practicamos ejercicios nuevos. Porque creemos que aprendiendo siempre cosas nuevas no se puede profundizar en la práctica y descubrir la esencia del arte. Al practicar siempre movimientos nuevos estamos estimulando la ambición del alumno y eso no conviene. Es importante estimular la paciencia y la concentración, de esta manera la mente deja de complicarse y el practicante empieza a comprender la verdadera naturaleza de lo que está haciendo. Cuando la mente se vuelve simple puede escuchar la voz del alma y eso brinda una gran sensación de felicidad y plenitud.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 2 de junio de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor