-Mi papá falleció –dijo el Maestro-. Dos días antes le dijo a la mujer que lo cuidaba: “Falta poco para que me vaya”. Al día siguiente le bajó la presión y fue internado. Al otro día murió. Tenía 99 años y en un par de meses cumplía 100. Es inevitable que el cuerpo se gaste y nada podemos hacer para evitarlo. Sólo podemos ayudar a que esa transición no sea tan dolorosa. Hoy recitamos el mantra pensando en mi papá para ayudarlo a que encuentre su nuevo destino. En ese sentido, no ayuda ponerse triste o llorar porque le  hacemos las cosas más difíciles al que tiene que partir. Todos algún día tendremos que irnos. ¿A qué edad? No lo sabemos. Pero mi papá sabía que le faltaban pocos días para irse; no tenía preocupaciones ni miedo y pudo terminar bien su vida.

-Mañana voy a viajar a Taiwán y el 30 estaré de regreso. Durante mi ausencia las clases van a continuar aquí en la plaza. En el momento de la charla pueden leer pasajes de mi libro de chi kong y comentar entre ustedes. Ariel es docente y le regaló un ejemplar de “Vibrando en la Naturaleza” a una colega. Un día esa colega lo llamó por teléfono para contarle a los gritos algo que la tenía muy enojada. Entonces, Ariel le recomendó: “Tenés que leer la página 55 del libro que te regalé”. En ese capítulo explico cómo la respiración incide sobre el propio estado de ánimo y el de los demás. Ariel recordaba eso porque él, junto con Daniel, me ayudó a corregir el libro y sabe de qué trata cada capítulo. Los invito a que lean el libro y el sábado comparten sus impresiones. En caso de lluvia, le dejo a Gastón la llave del consultorio para que practiquen allá.

-Yo quisiera comentar algo –dijo Cristina-. Yo venía bajando las escaleras con mi nieta de un año en brazos. Cuando faltaban tres escalones, pisé mal y me caí. Por suerte mi nieta no se golpeó, pero yo me golpeé la cadera, el codo y la cabeza. Me puse de pie y me moví un poco a ver si se había roto algo, pero por suerte estaba todo bien. Yo creo que no pasó nada grave porque aprendí a caer gracias al taichi chuan.

-La práctica del taichi chuan –dijo el Maestro-, hace que la persona reacciona de manera más rápida y natural. Además, el taichi ayuda a fortalecer los huesos, los músculos y los tejidos superficiales. El entrenamiento de la respiración ayuda a proteger todo el cuerpo.

-Es verdad –dijo Angélica-. El otro día yo estaba muy nerviosa y de pronto tomé conciencia de que estaba respirando de manera irregular y entrecortada. Creo que el entrenamiento me permitió darme cuenta de eso y corregirlo.

-Mi próximo libro va a ser sobre la respiración –dijo el  Maestro-. Cuando uno está nervioso se olvida de respirar. A pesar de que la respiración es el primer acto que realizamos al llegar al mundo, a pesar de haber vivido muchos años, mucha gente no sabe respirar. Si aprendemos a controlar la respiración, aprendemos a controlar la mente.

-Hace poco viajé a Córdoba –dijo Horacio-, al sitio donde tuve aquel sueño hace años que cambió mi vida. Y en esta oportunidad volví a tener un sueño muy importante. Soñé que todas las cosas materiales de mi vida cotidiana, los documentos, el dinero, se prendían fuego y desaparecían. Al regresar, le pregunté al Maestro cuál podía ser el significado del sueño y me dijo que hay que aprender a ir dejando las cosas materiales y darle más importancia al alma.

-A veces los sueños nos marcan el camino a seguir –dijo el Maestro-. Al llegar a cierto nivel de práctica, los sueños nos avisan qué tenemos que hacer, qué tenemos que aprender. A medida que avanzamos en la práctica también nos veremos sometidos a pruebas que llegan de manera imprevista. Son como las pruebas sorpresa del colegio. Muchas ocurren situaciones que nos hacen pensar: “No entiendo por qué ahora me pasan estas cosas a mí”. Eso que nos pasa son exámenes que tenemos que superar y, como en el colegio, uno nunca sabe cuál será el contenido de ese examen.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 4 de agosto de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor