-Matías, Luciano, Eva y Erika me regalaron una planta de jazmín -dijo el Maestro-, acompañada por una linda carta que quisiera compartir con ustedes. Dice así:

«Maestro: estamos agradecidos de haberlo conocido. Gracias por su paciencia, calidez y humildad. Con su ejemplo de constancia y voluntad logra inspirar a mucha gente a que encuentre su camino y pueda llevarlo a la práctica diaria.

Gracias por enseñarnos la importancia de la Naturaleza y del medio ambiente y de su enorme valor.

Sus charlas nos enriquecen espiritualmente y físicamente junto a la práctica, lo que nos ayuda a tomar conciencia de nuestros pensamientos, sentimientos, de nuestro cuerpo y tomar registro de ello.

Nos ha cambiado la vida y como dice usted intentamos tener todos los días como eje, como un mantra: “disciplina, paciencia y concentración”.
Gracias por todo, Maestro.
Eternamente agradecidos
Matías, Luciano, Eva y Erika»

-Les quiero contar un cuento breve –continuó el Maestro-. Un chico le pregunta a su abuelo: “Abuelo, vos y la abuela llevan 60 años de casados ¿cómo hicieron?”. Y el abuelo respondió: “Es que nosotros somos de una época en la que cuando las cosas no funcionaban bien, tratábamos de arreglarlas, en lugar de tirarlas a la basura y reemplazarlas por otras más nuevas”. En la vida es importante tratar de arreglar las cosas cuando no funcionan bien. Todo tiene una solución, y lo más valioso es que, en la búsqueda de la solución, aprendemos mucho y logramos más experiencia.

-Cuando practicamos y ponemos atención en los detalles pequeños estamos aprendiendo también a reparar lo que no funciona. Siempre les digo que además de practicar es importante hacer. Un amigo mío tenía una soldadora eléctrica que un día dejó de funcionar luego de echar olor a quemado. Mi amigo se compró una nueva y trajo la soldadora descompuesta a mi casa. Me dijo que, si lograba repararla, podía quedármela; que si no podía repararla, que la tire a la basura. Yo la desarmé y descubrí que tenía una tuerca floja, la ajusté bien y la soldadora volvió a funcionar. Gracias a ella pude armar la escalera de metal que uso en mi casa.

-Al hacer, uno adquiere experiencia y mejora la autoestima. Es bueno hacer cosas para que llenar la vida de sentido y evitar el vacío que hace que la mente piense cualquier cosa y se vuelva negativa. El hacer genera profundos cambios en la vida de la persona. Como Luis, que hace trabajo voluntario, hace carpintería, y siempre está buscando a ver qué puede hacer.

-Nuestra forma de taichi chuan tiene 99 movimientos. Pero lo más importante de la práctica no es recordar los movimientos y repetirlos, sino captar la esencia del arte. La esencia es como el oro, que no se altera. Podemos derretir y volver a solidificar el oro miles de veces y no se perderá ni un gramo de materia. Por eso se eligió al oro como medida de valor.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 29 de diciembre de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor