Escuchar a los ancianos

Dic 8th, 2018 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Al hacer los ejercicios de tao yin hay que hacerlos bien de manera que hagan efecto –dijo el Maestro-. Si no se dan cuenta de cómo se hacen bien, o de cuál es el efecto buscado, me preguntan. Si alguien tiene presión alta puede hacer “El perro se sacude”. También en casos de alta presión pueden hacer así –el Maestro empezó a dar rápidos zapatazos en el suelo-. Esto ayuda a bajar la presión sanguínea.

-Otra manera de lograr el mayor efecto es hacer los ejercicios con la mente concentrada en los movimientos que hace el cuerpo. Cuando no hay unión entre cuerpo y mente, el efecto de los ejercicios es menor y se corre el riesgo de lesionarse.

-El mundo está cada vez peor. Ya queda poco tiempo. Por eso es importante cuidar nuestra mente y nuestra práctica, tratando de ayudar a mejorar la propia vida y la de las personas que nos rodean. Es importante hacer cosas que ayuden a la comunidad y abstenerse de hacer daño. Aunque los resultados no se vean inmediatamente, es importante actuar correctamente. Si yo quiero tener manzanas debo plantar un manzano y cuidarlo atentamente. El manzano no va a darme frutos inmediatamente. Tendré que esperar seis años hasta ver las primeras manzanas. Sin embargo, desde el primer día tendré que regarlo y nutrirlo. Por eso, tratamos de hacer las cosas lo mejor posible, con corazón y concentración, porque tarde o temprano recogeremos los frutos. Todo tiene una causa. Todo lo que hacemos tiene una consecuencia. Podemos ver las consecuencias más temprano o más tarde. Si los resultados tardan en llegar ¿qué pasa? Habremos practicado más y seremos más fuertes.

-Yo quisiera contar algo que me pasó –dijo Angélica-. Estoy estudiando y tuve que hacer un trabajo práctico que me costó mucho. En un momento me di cuenta que había cometido un error y tenía que comenzar desde cero otra vez. Eran las tres de la mañana, me sentía cansada y pensé en abandonar. Pero entonces me puse a hacer taichi chuan y chi kong y volví  a sentarme frente a la mesa decidida a terminar el trabajo. Esa noche la práctica me dio la energía necesaria para no abandonar y seguir con mi trabajo.

-Muy bien –dijo el Maestro-. Cuando uno está abrumado lo mejor es parar y aquietar la mente. Al aquietar la mente podemos buscar la causa de nuestra aflicción o descubrir qué estamos haciendo mal. Cuando yo era chico no jugaba con mis pares; me gustaba ir a escuchar las charlas de los ancianos. Escuchando sus experiencias aprendí muchas cosas valiosas. Los consejos de los ancianos nos ayudan a ahorrar mucho tiempo buscando soluciones. Ellos ya pasaron por los mismos problemas y comparten con nosotros las soluciones a esos problemas.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 1º de diciembre de 2018. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor

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