Pocos, pero bien hechos

Mar 16th, 2019 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Hace poco me mostraron un video de gimnasia suiza –dijo el Maestro-. Explicaban que la disciplina tiene miles de movimientos que ayudan a entrenar los músculos del cuerpo. ¿Para qué tanto? Está bien que haya variedad para que la gente pueda elegir los movimientos con los que se siente más cómoda. Si uno entiende bien la estructura del cuerpo puede elegir los movimientos más adecuados para mover y fortalecer cada parte. Pero no hace falta tanto.

-Nuestro sistema de tao yin tiene una veintena de movimientos. Si repiten 30 veces cada uno, van a estar muy bien. Acá en la plaza hacemos menos repeticiones para que la clase no se prolongue demasiado, pero en su casa pueden hacer 30 de cada uno. En 1988 vino a verme un contador que quería aprender nuestro tao yin. Le enseñé y empezó a practicar todos los días esa rutina y quedó muy contento y muy sano. No sólo es bueno para fortalecer los músculos, también aumenta el nivel de energía. No importa que sean pocos movimientos, lo importante es hacerlos bien.

-Mañana tenemos la reunión en mi consultorio para ver cómo podemos hacer para mejorar la difusión de nuestros libros. Es a las 16 hs. ¿Estuvieron trabajando sobre las frases de la maestra Cheng Jen? Investiguen a ver cómo se puede hacer para explicar a la gente los conceptos encerrados en cada frase. Esa es parte del entrenamiento previo para hacer trabajo voluntario. A todos nos gustaría que hubiera más paz y tranquilidad en la sociedad, pero con desearlo no alcanza, es necesario actuar y el trabajo voluntario es una manera de actuar en ese sentido. El actuar genera experiencia y de la experiencia nace la inteligencia. Haciendo, equivocándose y aprendiendo de los errores, cada vez somos más inteligentes. La práctica debe ser holística y tener en cuenta todas las variables, como cuando armamos el motor del auto: están todas las piezas y ninguna está de más; hay que ponerlas en el lugar justo y así el motor volverá a funcionar.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de marzo de 2019. Se prohibe su reproducción sin autorización del autor.

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