-¿Alguien quiere contar cómo fue la experiencia de Sierra de los Padres? –dijo el Maestro.

-Estuvo muy interesante todo lo que enseñó el Maestro –dijo Angélica-. Nos reuníamos varias veces al día alrededor de una mesa y el Maestro nos contaba cosas sobre meditación y sobre el mantra, Al grupo le sirvió mucho la convivencia, el estar juntos. Pudimos hablar sobre temas que acá en la plaza no hay oportunidad de tocar. Por las noches nos reuníamos a cantar el mantra; fue una experiencia, una vibración muy fuerte. Antes de recitarlo el Maestro nos indicó que pidiéramos un deseo y pedimos que el planeta Tierra pudiera sanar sus heridas. Una noche vimos pasar por el cielo varias estrellas una detrás de la otra; yo las quise fotografiar pero no hice a tiempo.

-Para mi fue la primera vez y estoy muy contenta –dijo una alumna-. El grupo es muy cálido, pero quiero destacar la dedicación del Maestro, que nos aguantó 25 horas al día. Sed dedicó por completo a nosotros, accedió a responder preguntas, brindó un montón de conceptos durante el día y la noche. Yo valoro mucho eso. También quiero destacar la generosidad de Cynthia, que ofreció su casa.

-Yo quisiera transmitirles el mensaje de Karen, mi pareja –dijo Horacio-. Ella la pasó muy bien y està muy agradecida. Yo también estoy agradecido a Cynthia, que nos abrió las puertas de su casa. Estamos agradecidos al Maestro por las enseñanzas y al grupo por habernos acogido tan cálidamente. Es notable la cooperación que hubo entre todos los integrantes del grupo.  Aún sin palabras cada integrante del grupo sabía qué hacer en cada circunstancia. Era una comunicación que iba más allá de las palabras. Tanto Karen como yo nos sentimos muy cómodos conviviendo con este grupo.

-También conocimos una parte muy profunda del Maestro –dijo Angélica-. Fue algo muy conmovedor y le agradezco que la haya compartido con nosotros.

-Yo vi en cada miembro del grupo un aspecto del Maestro –dijo otra alumna-. En las actitudes de cada persona podía distinguir cosas que había enseñado el Maestro. Cuando subí al tren le dije al Maestro: “Para venir aquí dejé a mi familia”, y él me contestó: “No, usted ahora tiene una gran familia”.

-Le pido a los que fueron a Sierra de los Padres que hagan un resumen de lo esencial de su experiencia y se la transmitan a Daniel Fresno –dijo el Maestro.

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Resumen de la charla del maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 29 de febrero de 2020.
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