Simple o complicado

Mar 14th, 2020 | By | Category: Charlas con el Maestro

Este sábado lluvioso el Maestro enseñó un ejercicio de chan chuang. Consistía en quedarse de pie con los brazos colgando a los costados y pensar que el cuerpo está extremadamente cansado. Luego de 30 minutos de práctica, pidió a los alumnos que cuenten sus experiencias.

-No sentí cansancio –dijo María-, pero desde el comienzo sentí muchas ganas de bostezar. Luego empecé a sentir calor, cada vez más calor. Empecé a transpirar y terminé bañada en transpiración de la cabeza a los pies. Y les cuento que yo no soy de transpirar, ni siquiera cuando tengo mucha fiebre. Al mismo tiempo que sentía el fuego, sentí una gran relajación.

-Yo vine una vez a una clase y estaba muy cansado por haber pasado varias noches sin dormir –dijo Horacio-. Entonces, el Maestro me dijo que hiciera la forma como si estuviera infinitamente cansado, como si no tuviera ni un gramo de fuerza. Hice la forma y al terminar me sentí como si estuviera flotando en el aire. Hoy sentí lo mismo, pero además, sentí que en el centro del cuerpo tenía un bola y mi respiración la iba acariciando. Sentía que estaba flotando porque no tenía peso y esa bola me ayudaba a flotar en el aire. A su vez estaba dentro de una bola más grande y luminosa.

-A mí me cuesta relajarme –dijo Pamela-, pero hoy pude relajarme y sentir cosas que nunca sentí. Estaba muy cansada, pero al mismo tiempo sentía que tenía mucha energía, más que antes.

-Yo estaba muy cansada –dijo Gabriela-, y empecé a balancear la cabeza y los brazos y llegó un momento en el que estaba en total quietud. Normalmente, cuando estoy parada me duelen las piernas, pero esta vez sentí que podía estar mucho tiempo parada sin dolor. Era una sensación muy placentera y de mucha fuerza.

-Yo sentí mucho calor –dijo un alumno-. Transpiraba y las piernas se me cansaron. La mente muchas veces se me iba. Me falta práctica y me disperso.

-Bueno –dijo el Maestro-, pero si sigue practicando, poco a poco, cada vez le va a salir mejor.

Es muy importante mantener la mente quieta, evitar que se complique. Una mente complicada se desconecta de la Naturaleza. Una mente simple se conecta con la Naturaleza y se carga de energía sola. Si además la mente acompaña la respiración se potencia el campo energético del practicante. Por eso algunos experimentan tanto calor.

Es muy sencillo, pero a la mayoría de la gente le cuesta.

Ahora que hay tanta preocupación por el coronavirus es importante mantener la mente relajada, porque el virus busca a la gente complicada, porque es más vulnerable. No estoy hablando de gente buena o mala, sino de gente simple o complicada.

La práctica con concentración vale más que la práctica con una mente dispersa. Practicar pocos minutos con gran concentración vale más que tres horas de práctica sin concentración.

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Resumen de la charla del maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 14 de marzo de 2020.
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