El camino de regreso

May 2nd, 2020 | By | Category: Charlas con el Maestro

-¿Y? ¿Ya se acostumbraron a la cuarentena? –preguntó el Maestro.

-Estamos en eso –dijo una alumna-, pero queremos salir a dar una vuelta por la calle.

-Si aparece el deseo de salir es señal de que todavía no logró aquietar la mente. Conviene aprovechar la cuarentena para entrenar la mente para que deje de agitarse. Hay que acostumbrarse a la idea de que la cuarentena va a prolongarse y aceptar la situación.

-En estos días dedico bastante energía a la limpieza de la casa –dije-, y siento que a veces la tarea de limpiar se parece a la meditación. ¿Qué puede decirnos sobre las tareas de limpieza de la casa?

-Una señora que hacía tareas de limpieza barría de manera rápida y sin concentración. Entonces yo le pregunté dónde ponía su mente al barrer y ella me dijo que su mente volaba lejos. Es importante al barrer que la mente esté en la escoba. No importa la tarea que uno esté haciendo, si la mente está enfocada en la tarea, la energía fluye potente y la persona se siente revitalizada.

La limpieza es una tarea diferente a otras. Les voy a contar una historia. Años atrás en Taiwán, durante un encuentro de voluntarios de la Fundación Tzu Chi, conocí a un señor que tenía la cara toda brillante. Le pregunté cómo hacía para tener la cara así y el me contó su secreto. El aceptaba realizar todas las tareas de limpieza que los demás voluntarios rechazaban porque sentían asco. De esta manera, al limpiar afuera, también se limpiaba por dentro. Esa es la mejor práctica.

Había otro señor cuya mamá estaba loca. La llevó a diferentes médicos a ver si podían curarla, pero ninguno pudo. Un día consultó a un astrólogo que le dio esta indicación: “Haga que su mamá lo acompañe todos los días a limpiar la vereda. Verá que después de un tiempo va a mejorar”. El hombre siguió el consejo del astrólogo. Todos los días llevaba a su mamá a la vereda y limpiaban juntos toda la zona. Después de un tiempo, la mamá empezó a hacer la tarea por su propia iniciativa y tres meses más tarde se curó. Esto es porque al limpiar afuera, también limpió su mente.

-Yo estoy trabajando más que antes –dijo Claudia-. Pero además tengo que ocuparme de las tareas hogareñas. Por eso siempre pienso que cuando me jubile voy a tener tiempo para practicar. A pesar de estar tan ocupada, trato también de aprender cosas nuevas, por ejemplo, estoy me puse a estudiar japonés.

-Muy bien. Hay que aprovechar esta emergencia para reflexionar sobre cómo llegamos a esta situación y qué cosas hay que modificar para que no se vuelva a repetir. También es bueno aprovechar el tiempo de la cuarentena para aprender cosas nuevas. En la vida estamos aprendiendo hasta el último día. La riqueza de la vida no depende de la acumulación de bienes materiales sino de las cosas que uno aprendió.

-¿Cómo pueden profundizar en su práctica aquellos alumnos que aprendieron pocos movimientos? –preguntó Horacio.

-Siempre lo digo. Es importante concentrarse en un solo movimiento hasta captar la esencia. Si se comprende esto, luego se comprenderá todo. Kuo Yun Sheng practicó el puño de madera de hsing-i chuan durante 12 años. Solo esa técnica y se volvió invencible. Si se aprende bien uno, lo demás saldrá solo. No hace falta buscar otros maestros o aprender muchas formas. Basta aprender bien en profundidad una sola.

-A mí la práctica me ayudó mucho a mejorar mi carácter –dijo Soledad.

-Lo más importante de la práctica espiritual es el pulir el carácter. Siempre digo que lo mejor es tener un carácter como el agua. El agua es humilde, no busca subir, siempre va hacia abajo. El agua se adapta a cualquier situación y acepta todo. Hay que aprender el carácter del agua. Si no somos como el agua, aún nos falta mucho por practicar. El propósito de la vida no es disfrutar, sino aprender y se aprende a través de la buena práctica. El objetivo final es encontrar el camino de regreso a Dios. La mayoría de la gente perdió el rumbo y no lo recuerda. La práctica espiritual consiste en encontrar ese camino de vuelta al origen.

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Resumen de la video-conferencia del Maestro Chao Piao Sheng del 2 de mayo de 2020.

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