-Maestro, su libro se llama “Vibrando en la Naturaleza” –dijo Elida-. ¿Qué es la vibración?

-La vibración es muy importante –dijo el Maestro-. Todos nosotros estamos vibrando todo el tiempo, nuestro cuerpo, la naturaleza que nos rodea y el universo. Nada está quieto. Si un lago tiene las aguas muy quietas y no hay viento, los peces empiezan a moverse y a saltar para agitar un poco las aguas. Si las aguas están estancadas los peces no pueden respirar. Las aguas estancadas se pudren. Al recitar el mantra lo hacemos permitiendo que el sonido vibre.

-¿Qué diferencia hay entre recitar el mantra y cantarlo con música? –preguntó Federico-.

-Lo único importante es que la mente esté concentrada en el sonido del mantra y que este sonido sea vibratorio, para integrarnos a la vibración del universo. Los estímulos externos son recogidos por los sentidos y eso hace que la energía y la mente se dispersen. Al decir el mantra estamos reuniendo la mente y el cuerpo, respirando y vibrando en armonía con la Naturaleza.

-¿Recitar o cantar el mantra me llevan al mismo resultado? –preguntó Soledad.

-Sí, ambos caminos llevan al mismo destino. A veces las personas se sienten más motivadas si se usa la música, entonces en esos casos conviene cantar el mantra. En cualquiera de los dos casos, lo importante es que la mente esté concentrada.

Algunos sutras, que son los textos sagrados del budismo, se cantan. Porque de esa manera es más fácil memorizarlos. El Buda enseñó durante 49 años y su mensaje estaba destinado a personas muy diversas, con diferentes niveles culturales y sociales. Por eso se dice que hay 84 mil formas de transmitir la sabiduría del Buda, no hay una única manera.

Hay un violinista muy famoso que suele tocar en los teatros más importantes de las principales ciudades del mundo. La entrada a sus conciertos ronda los 200 dólares. Un día ese violinista decidió hacer un experimento. Se instaló en una estación de subte con su violín y se puso a tocar para la gente que pasaba. En el suelo puso un sombrero para que los transeúntes dejen dinero. En 45 minutos pasaron ante él miles de personas y solo logró juntar 32 dólares. Una señora que pasó lo reconoció y dejó 20 dólares. Todo depende del momento y del lugar.

-Como muchas personas yo también estoy preocupado por mi trabajo –dijo Horacio-. Durante varios días estuve sufriendo la incertidumbre y pensando en todos los factores que ponen en riesgo mi trabajo y el sustento de mi familia. Pero decidí cambiar la actitud y dejar de pensar en lo negativo y empezar a enfocarme en lo positivo y en ayudar a otros. Y desde que tomé esa decisión los problemas se solucionaron.

-Todos los seres humanos cometemos errores. Por eso a la noche hacemos confesión e introspección, para aprender de los errores y actuar para corregirlos. Cuando descubrimos que tenemos un hábito negativo practicamos con voluntad y disciplina para abandonarlo y corregir nuestra conducta para volverla positiva.

-¿Qué método aconseja para limpiar los alimentos que uno lleva a casa? –preguntó Ariel.

-Lo mejor es tener una cacerola o fuente grande. Ponemos el alimento ahí bajo el agua. Dejamos correr el agua y movemos el alimento para que el agua arrastre las impurezas. Luego esa agua la usamos para regar las plantas.

-Yo a veces me despierto con un malestar en la garganta –dijo Angélica-, entonces le empiezo a hablar a mis células y les pido que se despierten y se llenen de energía y se pongan en movimiento porque necesito estar bien. El resultado es mágico. A las dos horas desaparece el dolor de garganta. Cada uno de nosotros tiene el poder para auto sanarnos.

-A veces la vida nos pone a prueba para que enfoquemos nuestra atención e investiguemos qué nos está faltando, qué aspecto tenemos que desarrollar. Entonces practicamos enviando más energía a esa parte que necesita atención. La mente concentrada puede curar el cuerpo.

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Resumen de la video-conferencia del Maestro Chao Piao Sheng del 30 de mayo de 2020.