Destino colectivo y personal

Jun 7th, 2020 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Hay un destino personal –dijo el Maestro-, y también hay un destino de la comunidad. El destino de la comunidad tiene influencia sobre el destino de cada persona. Si el destino personal es muy fuerte y positivo, el destino comunitario no tiene fuerte influencia sobre la persona.

Hubo un señor que perdió su vuelo porque se había olvidado algo en su casa y llegó tarde al aeropuerto. El vuelo que debía abordar tuvo un accidente y no hubo sobrevivientes. El destino de este señor era fuerte y eso le salvó la vida. Nuestra práctica ayuda a cambiar el destino. Pero para eso es necesario practicar con concentración. De esa manera, cuerpo y mente se unen y acumulan gran energía y el practicante se conecta con la energía del Universo. Si uno no está practicando, conviene recitar el mantra.

La práctica implica aprender y aplicar lo que se aprendió. Esto genera la transformación del practicante, de su vida y de su destino.

La confesión también ayuda a cambiar el destino. Pero la confesión de un error debe ocurrir una sola vez. La confesión debe venira acompañada de una sincera voluntad de cambio. Si uno confiesa un error y al día siguiente vuelve a cometerlo, es señal de que no está aprendiendo. De nada sirve confesarse si uno sigue errando de la misma manera. La confesión alivia la carga del error cometido, pero hace falta corregir el error en la práctica concreta, actuando con concentración. De esta manera se puede cambiar el destino.

Cuando uno busca corregir el error y tomar el buen camino, hay que hacerlo con amor y misericordia, pero sin buscar recompensa por ello. Solo hay que pensar en dar, no en recibir. Si en la mente uno calcula cuánto invirtió y cuánto va a recibir de ganancia, no hay mérito. Cuando la persona actúa con amor y misericordia, sin esperar nada a cambio, naturalmente recibe la protección de la energía del Universo y su destino cambia para bien.

La pandemia es una oportunidad para aprender y cambiar. Si se termina la cuarentena y todo el mundo vuelve a hacer lo mismo que antes, los desastres volverán y serán peores. Es necesario aprender de esta emergencia. Mirar hacia adentro y ver cómo podemos hacer para no derrochar, para no lastimar a otros seres, para volver a lo más natural. Es necesario dejar de comer carne. La industria ganadera está provocando deforestación y colabora al calentamiento global. Es necesario producir menos basura y separar los residuos reciclables.

La Tierra es un gran organismo vivo, igual que nuestro cuerpo, que es un organismo vivo más pequeño. Ambos funcionan de manera parecida. Todos somos hijos del planeta.

-El ser humano busca hacer cambios para mejorar –dijo Horacio-, pero a veces en esa búsqueda, avanza un paso y retrocede dos. Uno busca mejorar y avanza, pero de pronto retrocede perdiendo todo lo que había avanzado. ¿Eso es por la fuerza de las malas costumbres?

-Eso que cuenta Horacio es muy común y sucede porque a la persona le falta fuerza para sostener el esfuerzo en el tiempo. Cuando a la persona le falta fuerza, conviene que se integre a un grupo que lo apoye, estimule y le de fuerza. El campo de energía del grupo es muy potente para sostener el esfuerzo. Si uno está solo, es más difícil avanzar y por eso ocurren los retrocesos. El trabajo voluntario en grupo es muy diferente y más efectivo que el trabajo voluntario individual. Cuando uno solo protesta en la calle probablemente la policía lo lleve preso. Si en cambio protestan 10 mil personas, es más probable que el reclamo sea escuchado por las autoridades. Por eso a los alumnos particulares los estimulo para que asistan a las clases grupales.

-Para mi la fuerza del grupo es muy importante –dijo Angélica-. Siento mucho la falta del grupo los sábados por la mañana.

-Entiendo lo que dice Angélica, pero le voy a dar un consejo. Cuando practique en su casa, imagine que está en la plaza, frente al árbol y rodeada por los demás compañeros de práctica. Esa actitud mental la va a ayudar mucho. Se va a sentir llena de energía y su estado de ánimo va a cambiar.

-¿Los humanos estamos conectados con el cielo y la tierra a través del perineo y la coronilla? –preguntó Camila.

-Depende de nuestra mente el estar conectados o desconectados. En la Fundación Tzu Chi una canción dice que hay que caminar suavemente sobre la Tierra para no provocarle dolor. Esto significa que hay que cuidar todo lo que hacemos, incluso la manera de pisar el suelo. El planeta es la gran madre de todos nosotros. Si uno actúa con concentración la conexión con el cielo y la tierra se produce naturalmente. No importa por dónde se produce la conexión. Si uno no comprende, necesita un enchufe para enchufar el cable. Si uno comprende, se comporta como una antena que capta la señal por todos lados. Cuando nacemos estamos conectados con el cielo y la tierra pero a medida que crecemos vamos perdiendo esa conexión porque estamos cada vez más enfocados en las cosas del mundo exterior. Para recuperar esa conexión hay que cerrar los ojos y regresar al mundo interno.

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Resumen de la video-conferencia del Maestro Chao Piao Sheng del 6 de junio de 2020.

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