-Antes que nada –dijo el Maestro-, Cynthia avisó que en el hospital donde trabaja necesitan dadores de sangre. Como dije antes, esta es la mejor forma de ayudar a la gente, mucho mejor que con objetos materiales. ¿Por qué? Porque ayuda directamente a su salud, a su vida.

Luego de mostrar el video en el que todos los alumnos le deseamos un muy feliz cumpleaños,  el Maestro dijo:

-Voy a aprovechar mi cumpleaños para estimularlos a mejorar su vida cada día más. Antes pensaba que mi cumpleaños no era tan importante, pero ahora pienso distinto. Hace 35 años que estoy en Argentina, y gracias a ustedes todavía sigo acá, gracias a su ayuda. En Taiwán muchos me llaman, especialmente los miembros de mi familia, para que vuelva. Me dicen que ya estoy grande y que tengo que volver a Taiwán. Pero yo siempre les digo que esperen, que todavía tengo cosas que hacer acá. Siento una fuerte afinidad con ustedes, es difícil irse. Para mí estos 35 años fueron muy felices, todos ustedes me ayudan, me traen alegría, me traen esperanza. Por ejemplo cuando charlamos, sobre salud o lo que sea, para mí es una gran fuente de alegría. Quizá en Taiwán no encuentre este vínculo tan fuerte que le da tanto sentido a la vida.

Veo que el camino junto a ustedes ha mejorado mi vida, y veo también cómo ustedes han ido avanzando, y hemos estado siempre unidos. Veo que la mayoría de los argentinos se comportan de otra forma, pero veo que ustedes han ido escuchando mis palabras y han ido mejorando en su espíritu, en su amor a los demás. Por eso, para mí esto es lo que más me pone contento, es el mejor sentido para la vida.

Por más que ahora haya coronavirus, igual tenemos esta forma de comunicarnos por internet para estar juntos, recitar el mantra, charlar, conversar sobre distintos temas. Esta es otra forma de ayuda. Aunque ya llevemos cinco meses de cuarentena, nosotros aprovechamos esto para entender  y aprender otras cosas, como luchar para mejorar nuestra vida y respetar más la Naturaleza. Debemos aprender a convivir con la Naturaleza: cuando logremos esto, podremos vivir mejor, más tranquilos, ofreciendo nuestra misericordia a la Naturaleza. Siempre digo que este virus viene porque la gente no está en comunión con la Naturaleza. Por eso nosotros aprendemos de esto cada vez más, cómo luchar frente a las adversidades, dando cada paso con firmeza, sabiendo que las situaciones difíciles se pueden sobrellevar y superar. Esto lo da nuestra práctica. ¿Qué aprendimos de nuestra práctica? Aprendimos a tener tranquilidad y sentido en nuestras vidas; a llevar una vida más sencilla, lo cual hace que tengamos menos problemas. Para mí siempre lo más sencillo es lo mejor. Un ejemplo de esto son los autos: si son muy modernos, son difíciles de arreglar, mientras los más viejos, quizás siendo menos cómodos, no traen problemas y no nos complican la vida.

Hoy Cynthia no pudo venir a esta charla, pero a las 9.30 de la mañana me trajo una caja con 20 cosas adentro: macetas con tomates cherry, etc. Qué regalo tan grande, yo no sé cómo agradecerles a todos ustedes. Yo solo hago las charlas los sábados con ustedes en la plaza, y ustedes me dan tanta alegría. No sé cómo agradecerles. Ustedes me acompañan, crecemos juntos para mejorar nuestras vidas.

-Estamos muy orgullosos de tenerlo como Maestro –dijo María-. Le agradecemos mucho sus enseñanzas y esperamos que se quede mucho tiempo más con nosotros.

-Le agradezco mucho por la tranquilidad que me transmitió siempre –dijo Camila.

-Le agradezco por el amor infinito que nos tiene –dijo Soledad.

-Le agradezco por el acompañamiento con sus enseñanzas que tanto nos han servido –dijo Mirta–. Gracias y bendiciones.

-Feliz cumpleaños Maestro –dijo Alejandra, y seguidamente cantó el Feliz Cumpleaños en chino.

-Quería decirle que haberlo conocido aportó mucho en un momento en que lo necesitaba, y eso es algo que me acompañó toda mi vida –dijo Carlos–. Lo que usted me ha dado es invalorable, infinito, y estoy infinitamente agradecido por compartir este tiempo con usted, aunque esté lejos físicamente.

-Quería desearle un feliz cumpleaños Maestro –dijo Daniel–, y agradecerle las enseñanzas recibidas y las que están por venir. Gracias también por sus acciones, su conducta ejemplar.

-Estoy muy emocionada con todos los compañeros y muy feliz –dijo Angélica–. Feliz cumpleaños y muy agradecida por haber aprendido a convivir con muchas personas, algo que a mí me costaba mucho. Me emociona escucharlo a Carlos, hace mucho que no lo vemos pero siento que siempre sigue en la plaza con nosotros. Gracias por todo.

-Quería agradecerle Maestro –dijo Guillermina–. Yo llegué a usted a través de Eva. Cuando tuve que irme del país sufrí mucho por estar lejos, pero volví y ahora estoy muy feliz. Tengo una hija de 7 años, le enseñé a amar a las abejas gracias a sus enseñanzas. El otro día vino con una abeja en la pierna, diciendo que tenía una nueva amiga, que debía llevarla a la planta de lavanda para que se alimentase. Así lo hizo, sin ningún tipo de miedo. Gracias, Maestro.

-Quería desearle feliz cumpleaños –dijo Gabriela–. Gracias por las enseñanzas que me ayudaron a transformarme en una mejor persona.

-Aprendí mucho todo estos años –dijo Rafael–. Lo que más valoro son sus palabras de apoyo en los momentos difíciles, gracias por todo.

-Quería desearle feliz cumpleaños y agradecerle por este grupo tan bueno que tenemos –dijo Luis–. Me acuerdo una vez en que usted daba una charla en la asociación taiwanesa, yo pensé en hacer volantes para que viniera más gente y usted me dijo que no hacía falta, que iban a venir los que tuvieran afinidad. Así es efectivamente: todos los que estamos presentes lo queremos mucho.

-Luis ayuda mucho siempre con sus imágenes, sus fotos –comentó el Maestro–. Siempre ayuda a que quede la historia registrada de nuestra Escuela.

-Maestro yo también le quería agradecer –dijo Eva–. Lo conocí a usted en un momento donde tenía un gran problema de salud, y gracias a usted pude salir adelante. Para mí es importante poder compartir esto con mi familia, es maravilloso.

-Quería agradecerle por todo, como dijo Eva –comentó Érica–, llegamos a usted en el momento indicado, gracias por todo.

-Feliz cumpleaños, quería agradecerle por sus enseñanzas, y por ayudarnos a ser agradecidos –dijo Sergio.

-Quería desearle un feliz cumpleaños –dijo Andrea–, y que tenga un año lleno de luz. Gracias por la felicidad que nos da, por la práctica de todos los sábados en la plaza, espero ansiosa ese regreso. Disculpe mi voz, pero hablo mucho todos los días por cuestiones de trabajo y se resintió.

-Puede usar flor de crisantemo y azúcar cristalizada –le respondió el Maestro–. Tome esa mezcla todos los días para ayudar a mejorar su voz. Hacer esto también ayuda para la garganta -el Maestro mostró dos puntos para hacer digitopuntura.

-Quiero rescatar que siempre está usted al nuestro lado –dijo Horacio–. Siempre fue un apoyo para mí y para el grupo. Todos tenemos altibajos, a veces entendemos sus enseñanzas, a veces no. Resumo todo eso en una palabra: aceptación. Muchas veces nos cuesta aceptar que nos enseñen, que nos guíen, quiero rescatar que usted se esfuerza mucho por nosotros, y a veces nos cuesta aceptar sus enseñanzas, que tenemos problemas, que somos ignorantes en muchas cosas, que necesitamos ayuda. Con todo mi sincero amor le doy gracias por estar con nosotros y guiarnos. Aunque estemos lejos, la práctica nos marca constantemente y siempre alguna palabra nos resuena en la mente y nos ayuda a mejorar. Le agradezco mucho, muy feliz cumpleaños.

-Estamos muy felices de estar juntos y poder desearles todas estas felicidades –dijo Elida–.  Ya se dijeron muchas cosas; gracias por su paciencia y por compartir sus consejos y enseñanzas para que podamos mejorar.

-Muchas felicidades en su día –dijo Ofelia–. Espero que pronto nos veamos, estoy muy emocionada, gracias por todas sus enseñanzas.

-Quería agradecer sobre todo por la profundidad de su conocimiento, unida al cuerpo y la palabra –expresó Federico–. El sábado pasado me tocó desgrabar, ví que hacerlo me llevó cuatro horas, para poder entender bien sus palabras. Eso me hizo pensar en la forma que usted enseña taichi chuan, chi kong, con mucha paciencia. Muchas gracias.

-David es un antiguo alumno que toca el violín, en el Teatro Colón –dijo el Maestro, en referencia a un video que nos envió previamente donde David lo saluda y toca en su violín una melodía china–. David hizo el curso de acupuntura hace muchos años. Es muy buen profesional. Estuvo viviendo en Entre Ríos, pero no sé dónde vive ahora. Su señora es taiwanesa. Él aprende mucho y aplica lo aprendido en su profesión, en este caso la música. Por eso en este grupo cada uno puede aprovechar a utilizar lo que aprende en lo que necesita. Nosotros tenemos una profunda afinidad, por eso formamos este grupo tan unido, con el corazón y la mente. Si algún día alguien conoce este grupo, pueden explicar más cosas e influenciar a la gente para hacer el bien. Es algo que este mundo con tantos desastres necesita mucho: gran amor. A la gente le falta mucho aprender.

Hay siempre alguna palabra que me cuesta expresar en castellano, siempre solía buscar palabras en el diccionario pero muchas veces las olvidaba, el idioma me cuesta mucho. Por eso a veces me cuesta explicar bien lo que les deseo transmitir. Y también por eso es que tengo que repetir muchas veces. Aunque cueste igual hay que intentar, hay que luchar para cada día aprender algo más. Hace muchos años yo no podía charlar nada con el grupo. Luego, poco a poco, aunque no podía manejar bien los verbos, fui de a poco intentando, y con ayuda de ustedes, que me indicaban traducciones, eso fue mejorando, con mucha paciencia.

-Yo recuerdo eso que usted dice –comentó Angélica–. Hace más de 20 años estudié con usted acupuntura, y usted hablaba muy poco español y a pesar de eso pudimos entenderlo y nos sirvió mucho. Uno entiende en el momento que necesita.

-Así es –dijo el Maestro–. A veces incluso enseñaba con gestos de la mano para poder darme a entender. A mí me cuesta el idioma, y eso hace que les cueste avanzar.

-Quería desearle un feliz cumpleaños también –dijo Andrés–. Gracias por todas sus enseñanzas. Además de todas las cosas que ya se dijeron, quería decir que para nosotros usted es un gran modelo de rectitud. Especialmente en este tiempo donde la sociedad ha perdido tantos valores y principios, su ejemplo es invalorable, y nos muestra que todo lo que dice lo lleva a la práctica constantemente. Muy feliz cumpleaños.

– Muchas gracias a todos –dijo el Maestro.

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Resumen de la video-conferencia del Maestro Chao Piao Sheng del 15 de agosto de 2020.