Volver a la plaza

Sep 22nd, 2020 | By | Category: Charlas con el Maestro

Al parecer el gobierno permitirá reunirse en plazas públicas -dijo el Maestro-, hasta un número de 20 personas con el debido cuidado y respeto de los protocolos ante la pandemia. ¿Qué les parece si el sábado que viene volvemos a reunirnos en la plaza?

A algunas personas les resulta más difícil practicar individualmente, debido a la falta de voluntad, por eso es tan importante también practicar en grupo y volver a reunirnos. Dadas las circunstancias, habrá alumnos que todavía no podrán acercarse a la plaza,  a estas personas les pido que no dejen de practicar y que cultiven su voluntad hasta poder volver a reunirnos todos juntos.

-¿Maestro entonces las reuniones por video llamadas no estarían más? -preguntó Guillermina.

-En principio en este horario no estarán más debido a que vamos a estar en la plaza,  recuerden que las video-llamadas ocuparon el mismo horario que utilizábamos para nuestra práctica grupal en la plaza. En la plaza aprovecharemos para practicar nuestra movilidad, también practicaremos la forma para beneficiar nuestro control mental, y podremos charlar personalmente.

Quiero contarles un cuento. En época de Buda, él y  otros monjes comían una vez al día, al mediodía. Esta comida la pedían al pueblo, casa por casa, y algunas personas no entendían por qué estos monjes pedían su alimento como si fueran mendigos.  Esto tenía una razón, era una manera de compartir su práctica espiritual con la gente del pueblo, de enseñarles a colaborar y a desarrollar una buena práctica con personas sabias. A su vez cuando estas personas tenían algún problema los monjes escuchaban sus asuntos para aconsejarlos de la mejor manera, y así retribuían la comida con sabiduría.

En uno de esos recorridos Buda pasó frente a una casa de una familia adinerada. Los dueños no estaban y en su lugar un perro muy enojado salió a ladrarle furioso. Buda habló con el animal, le explicó la situación y le pidió que no se enojara, que sólo quería saber si estaban los dueños de la casa.

Luego Buda habló con unos vecinos y les comentó que el perro era una reencarnación del padre del dueño actual de la casa. Cuando los vecinos le comentaron al dueño lo sucedido, éste no quería creerlo. Sin embargo, fue a visitar a Buda para que le explicara mejor.

Buda le explicó que efectivamente este perro en la vida anterior había sido su padre. Y le comentó que si bien su padre había generado mucho dinero en la vida anterior, había sido una persona muy egoísta y avara que sólo pensaba en sí mismo, sin ser capaz de ayudar a otras personas.

Su codicia había llegado a tal punto que escondía bajo tierra todo el oro acumulado. Ante la incredulidad del hijo, Buda le dijo que hablará con su perro para que le muestre el sitio donde estaba escondido el oro. El hombre siguió el consejo de Buda y el perro desenterró el tesoro. El hijo no podía entender por qué razón su padre había guardado tanto oro, pudiendo haber ayudado a otras personas: Él decidió guardarlo celosamente hasta su muerte, y ahora reencarnado en perro ya no podía hacer uso del mismo.

Es por eso que tenemos que ampliar nuestro amor. La gente pobre necesita nuestra ayuda. Si no observen al protagonista de nuestra historia, su cuerpo y su oro estaban abajo de la tierra: ¿y de qué le sirvió esto?.

Al entender esto el hijo utilizó el dinero para ayudar a las personas, sólo usó el 1% del oro para sí mismo. De esta manera cambió su destino y también ayudó a su padre.

Por eso es muy importante generar buena afinidad con las personas en esta vida y ayudar a otros siempre que podamos. Cuando practicamos taichi chuan concentradamente también ayudamos a que florezca la misericordia en nuestro corazón y nos acercamos a la Naturaleza.

La Naturaleza nos enseña muchas cosas. Por eso siempre les digo que se acerquen a la tierra y que se animen a plantar. En la huerta de mi terraza he aprendido a cultivar distintos alimentos sin la necesidad de usar agroquímicos. De esta manera nosotros podemos convivir con la Naturaleza en paz. Es importante que dejemos de pensar sólo en nosotros mismos.

También cuando practicamos debemos observar cómo lograr el equilibrio en nuestro cuerpo, como estar relajados y cómodos, con una mente concentrada y tranquila. Cuando conseguimos este estado, nuestra práctica nos empieza a brindar otras enseñanzas, y nace la inspiración. Es por eso que aunque a veces sepamos solamente un movimiento de la forma si lo hacemos muy bien y con muy buena concentración podemos entender un montón de otras cosas. A esto me refiero cuando digo “uno para todo”. No hace falta aprender todo, si no imagínense tener un maestro para cada cosa. ¿Cuántos maestros deberíamos tener? No nos alcanzaría la vida.


-Hoy durante la lectura del libro “Vibrando en la naturaleza”- dijo Daniel- ,surgió una pregunta. En el capítulo llamado “Perspectiva sobre la llegada de la ciencia espiritual” usted dice que todos los seres humanos tienen en su interior una luz, que es amorfa. ¿No podría explicar más sobre esto?.

-En el curso de Potenciar la Mente enseño cómo buscar esa luz interna. Existen personas que lo entienden muy rápido y otras que tardan más tiempo. Esto sucede porque cada persona tiene un karma diferente. Algunos trabajaron más su limpieza y otros no tanto.

Cada alma, no sólo los humanos, era en un principio luz. Luego la luz buscó mezclarse con la materia y esta materia tapó la luz, quedando en el interior de la misma. Por eso nosotros cuando practicamos ayudamos a limpiar nuestro karma. Sí limpiamos muy bien nuestro karma a través de la práctica la capa de materia se vuelve muy fina y es más fácil percibir la luz.

Para entenderlo mejor pensemos en nuestra casa. Por ejemplo en la mesa donde cocinamos. ¿Qué pasaría si durante 10 años no la limpiamos? Quedaría tan sucia que nos costaría distinguir su color original. Y si de un día para el otro queremos limpiar la mesa nos va a costar mucho trabajo. Nuestro cuerpo funciona igual. Las personas que no creen en esto es importante que realicen ejercicios para poner en movimiento su cuerpo y controlar su mente.

Al principio practicar esto individualmente es imposible, mejor practicar en un grupo fuerte para estimular la voluntad, y compartir las experiencias.


-Maestro tengo una consulta – dijo Guillermina-. En el jardín de mi casa por las noches aparecen muchos caracoles y hormigas que comen mis plantas, y si bien les hablo y les pido que no coma las plantas siguen apareciendo.  ¿Qué recomienda hacer?

-En la huerta que tengo en mi terraza -dijo el maestro- el otro día apareció un bichito negro que nunca había visto ni conozco su nombre y que también se alimentaba de las plantas de mi huerta. Entonces un día le dejé un poquito de polenta para que no comiera mis plantas y funcionó muy bien. También pude darme cuenta que si le dejaba mucha comida este bichito moría por qué comía más de lo necesario.

-En mi jardín solucionamos el asunto de las hormigas dejándoles un poco de arroz blanco partido, qué es la versión más barata del arroz -dijo Daniel.

-¿Y qué podemos hacer con los bichitos que se alimentan del tallo del jazmín dejando a las hojas oscuras? – preguntó Juan Carlos-. Sé que hay insecticidas pero me gustaría solucionarlo de una forma más natural.

-Hay varias cosas que se pueden hacer dependiendo del insecto que se trate. Con algunos por ejemplo uso ají hervido y pinto a la planta con un pincel. Al ser picante el insecto no come más de esa planta. También funciona diluir aloe vera con alcohol o tabaco mezclado con jabón blanco.  Otro método de aplicación puede ser a través de un pulverizador.

Por eso digo que es muy importante experimentar y practicar. Una vez que nos damos cuenta que nuestro camino es correcto, no podemos distraer ni confundir nuestro andar. Sí o sí tenemos que seguir creciendo, aunque otras personas no comprendan o no quieran crecer. Por ejemplo, hay personas que no entienden mi forma de enseñar, ya que requiere de mucha paciencia, pero no por eso he cambiado la manera en la que enseño, ya que sé que estoy en el camino correcto.

Otro punto importante es tener nuestra propia experiencia, hay que hacer, no solamente pensar.

Recuerden que hay que practicar y cuidar la Naturaleza, charlar tanto a veces no sirve. Por eso nos volveremos a encontrar el sábado que viene en la plaza a las 10:30 como siempre.

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Resumen de la video-conferencia del Maestro Chao Piao Sheng del 19 de septiembre de 2020.
Desgrabación: Federico Winniczuk.

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