Las ventajas del ayuno

Ene 24th, 2021 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Ahora en Inglaterra apareció una nueva mutación del coronavirus, que es aún más fuerte que la anterior –dijo el Maestro-. Cada vez aparece una nueva mutación. ¿Cómo conviene cuidarse frente a esto? Lo mejor es comer menos cantidad de comida, y llenar más de aire el cuerpo. Si hay más presión de aire en el cuerpo, el virus no va a entrar. La forma de hacerlo es respirar a través de la nariz y tragarlo, sin pensar en expulsarlo. No hay que preocuparse por cómo va a salir del cuerpo, eso se produce naturalmente por los poros. Al mantener más el aire en el abdomen, uno se siente más lleno, tiene menos hambre, y por lo tanto pide menos alimentos. Esto también ayuda a evitar que en algún momento haya falta de alimentos.

Hay que prepararse, porque estos tiempos van a ser más difíciles. Por lo tanto, conviene comer menos, o incluso practicar un poco de ayuno. Por ejemplo, el día 24 de diciembre empecé un ayuno que duró 9 días. En otros ayunos anteriores había durado 5 días, ahora 9. Esto lo hice para practicar por si en algún momento hubiera falta de alimentos. Esto hay que hacerlo gradualmente, ya que hay que acostumbrar al cuerpo y también a la mente. Piensen que uno tiene la costumbre de sentir el abdomen lleno de comida durante muchos años, así que hay que acostumbrarse a sentir el vacío. Cuando uno tiene el abdomen vacío se siente mucho más liviano, y también sobra tiempo, ya que no hay que ir a comprar comida, prepararla, cocinar, sentarse a comer, etc. Ayunar tiene muchas ventajas, como por ejemplo no enfermarse, ya que muchas de las enfermedades entran por la alimentación.

Como les decía, para ayunar hay que hacerlo gradualmente. Primero un día, luego tres, y así de a poco subiendo. El ayuno ayuda a depurar el cuerpo. Les voy a contar el caso de un chino al que le diagnosticaron cáncer de estómago. Los médicos le dijeron que ya no podían hacerle ningún tratamiento. Entonces esa persona hizo un ayuno, tomando solamente agua. Primero pensó en hacerlo durante dos semanas, pero al cabo de ese tiempo eructó de una manera muy fuerte, con un olor nauseabundo. Se preguntó cómo podría pasar eso, si ya hacían dos semanas que no ingería alimentos. Entonces comprendió que eran las células del cáncer que estaban muertas. Al no tener alimento, mueren. Por eso este señor chino decidió prolongar su ayuno durante una semana más, haciendo un total de tres semanas. De esta forma, se curó, y además se sintió mucho más liviano, y hasta su cara cambió de color.

A veces las células buenas pasan a ser malas. Esto ocurre por muchos motivos: por la alimentación, o por sentimientos como la ira, el enojo, etc. Por eso con solo hacer ejercicio no alcanza para evitar este tipo de problemas. Hace falta cuidar la alimentación, sanar la mente y respirar correctamente. Al cuerpo le pueden faltar muchas cosas y seguir viviendo, pero si le falta energía, ya no puede vivir.

Cuando se ayuna, ningún asunto es importante, uno está más tranquilo y baja la codicia y el egoísmo. Por eso si uno quiere mejorar, hay que controlar la mente. Y el ayuno ayuda a esto: uno toma la decisión por ejemplo de ayunar un día, y entonces, cuando siente hambre, se dice a sí mismo que debe aguantar, debe continuar con el ayuno.

Entonces, esto es importante hacerlo despacio, ir preparándose. Frente a este problema tan grande de la pandemia, no podemos simplemente esperar a ver qué pasa, sino que debemos actuar. Hay que prepararse. La única forma es preparar la mente, cuidarse con la comida, hacer bien la respiración, mantenerse lo más lleno posible de oxígeno. Acuérdense: tomen aire y tráguenlo, sin expulsarlo. Hay que tomar siempre el aire por la nariz, y mantener la punta de la lengua tocando el paladar, al lado de los dientes. Si hacen esto, no pueden expulsar el aire por la boca, y el oxígeno se mantiene en el cuerpo, levantando más las defensas. Además, al concentrarse para hacerlo, se controla más la mente, que ya no está tan dispersa, y se carga más energía.

Esto se puede aplicar para muchas enfermedades. En vez, por ejemplo, de utilizar quimioterapia, se puede optar por el ayuno. No hay que pensar que uno se va a morir de hambre: ayunando solo con agua se puede vivir hasta tres meses. O si se siente muy débil puede tomar jugo natural, exprimido en casa (sin pulpa), en vez de agua.

–Yo ayuné durante seis días, tomando solo agua –contó Darío–. El primer día y medio, tuve dolor de cabeza, pero me obligué a continuar, a aguantar, y eso lo superé. Por momentos sentía el cuerpo muy frío, y entonces me hacía un té, pero solo, sin azúcar ni nada. Me sentí mucho mejor haciendo el ayuno: me cambió la mirada, cuando iba al baño no había olores desagradables, estaba muy tranquilo, es como que nada importaba, solo persistir en el ayuno. De todas formas, seguía mi vida normal mientras ayunaba: trabajaba, iba al gimnasio, practicaba taichi.

–Exacto, uno ayuna pero hace su vida normal –continuó el Maestro–. En mi caso, incluso en el ayuno de 9 días, seguí haciendo todo lo de siempre: dar clases, atender a pacientes, etc.

–Yo siempre llevaba un puñado de frutos secos cuando salía a la calle –dijo Darío–, por si me llegaba a sentir demasiado débil, para tenerlos a mano. Pero nunca los necesité.

Otro detalle es que al llegar a los seis días pensaba seguir con el ayuno, porque pasado un umbral ya me sentía bien. Pero me mordió un perro y me dieron antibióticos, entonces tuve que empezar forzosamente a comer.

–Miren, la primera vez que ayuné durante cinco días, yo quería hacer más –contó el Maestro–, pero mi señora se enojó y me dijo que tenía que volver a comer, porque me veía demasiado flaco, así que en ese momento dejé de ayunar. Como les dije, hay que ir paso a paso y acostumbrar al cuerpo y a la mente al ayuno.

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Resumen de la segunda parte de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 23 de enero de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella..

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