–Primero les quiero contar que la lectura del libro va a ser los lunes a las 19.30 hs –dijo el Maestro–. Comienza el lunes 5 de abril. No conviene leer mucho cada vez, sino solo un poco y luego charlar y comentar sobre lo que se leyó, de tal forma que cada palabra y frase quede claramente explicada. A veces hay palabras que se usan normalmente pero que indican algo diferente. Por ejemplo en el libro “Bajo el Árbol” se habla de las 84.000 formas de práctica espiritual. En realidad no se está diciendo que exista esa cantidad de formas exactamente, ni que cada persona tenga que conocerlas todas. Lo que se pretende indicar es que hay innumerables formas de práctica y que cada uno debe elegir la o las formas que mejor se adapten a su vida diaria, a su trabajo, etc.

En la plaza últimamente estuvimos profundizando en la práctica básica, para afianzar la base. Lo ideal es que practiquen mucho en sus casas, y que luego en la plaza comparemos y corrijamos lo necesario, para mejorar el nivel de todos. Como siempre les digo, hay que practicar con paciencia, disciplina y concentración, para aprender correctamente. Hace poco hablamos también de la devoción, que es muy importante. Debemos focalizarnos en el objetivo, y practicar mucho para alcanzarlo. Nuestra vida es limitada, no podemos derrochar el tiempo.

La lectura en grupo del libro nos ayuda a mejorar la concentración y a buscar la esencia para transmitir nuestras ideas. Sería bueno que al finalizar una sesión se indique qué páginas se van a leer para la próxima, así cada uno puede leer previamente en tranquilidad, captar lo que entiende y luego compartirlo en grupo cuando se encuentren.

Captar la esencia es fundamental para la práctica. Conviene ir de a poco, paso a paso cada día, para ir entendiendo qué es lo más importante. Si uno entiende la esencia, al ver otra situación puede aplicar lo aprendido y resolver el problema.

Fíjense que ya van dos sábados seguidos que tenemos lluvia, algo que no nos había sucedido anteriormente. Lo que ocurre es que el clima está cambiando: recuerden los incendios del Amazonas de 2019. Antes recitábamos el mantra y podíamos lograr que la lluvia terminara antes de la clase, y así podíamos practicar sin problemas. Ahora eso no es tan fácil, ya no es tan efectivo. La razón es que circula demasiada energía negativa en el mundo en estos momentos.

Ayer hubo una gran cantidad de contagios por el coronavirus: aparentemente está comenzando la segunda ola. Por eso, cuando llueva, probablemente nos reunamos por skype en vez de ir al consultorio. Además, hay que cuidarse ante esta nueva ola: recuerden tomar vinagre, o ponerse un pedacito de jengibre en la boca al salir de casa. También les comenté sobre la importancia de mantener el cuerpo con aire (tragar aire): de esa forma, es más difícil que el virus pueda entrar.  Otra cosa importante para hacer, y esto lo conocen los que estudiaron conmigo acupuntura, es masajear desde el codo hasta los dedos, y desde las rodillas hasta la punta del pie. Esto hace que aumenten las defensas del cuerpo. Hay que seguir practicando para mantener altas las defensas, y también la mente debe ser positiva.

–Maestro, quisiera hacer una pregunta –dijo Federico–. En la charla pasada usted habló sobre la devoción y la práctica, y me quedé pensando que hay muchos deportistas de alto rendimiento que, luego de alcanzar el objetivo que se fijaron (por ejemplo, ganar una medalla) dejan de practicar, engordan, pierden la pasión por la práctica. También usted dijo que, cuando estamos tristes, además de hacerle mal a la gente que nos rodea, podemos hacerle mal a los difuntos. Quería pedirle si puede profundizar un poco más sobre este tema.

–Nosotros en Asia tenemos una concepción distinta a la occidental. En Occidente, la gente suele quedarse muy triste cuando mueren los seres queridos. Nosotros, en cambio, que consideramos que cada uno paga su karma cuando le corresponde y luego se va, lo vivimos de otra manera, como algo natural. No podemos pretender que todos vivamos el mismo tiempo y nos vayamos a la vez. Creemos que la vida no es solo un segmento entre nacimiento y muerte, sino un círculo, donde las personas se van reencarnando en otras familias por ejemplo. Por eso no nos quedamos tristes: el que se fue, seguramente esté naciendo como un bebé en otra familia, con mucha alegría alrededor. Es algo cíclico, como las estaciones, que se suceden una tras otra.

Es importante que al momento de morir no haya sentimientos negativos, como la ira, el miedo, etc. Siempre hay dos caras: lo negativo y lo positivo. Lo negativo está siempre al acecho para captar los sentimientos negativos, mientras que lo positivo no: hay que realizar mucha práctica y esfuerzo para llegar ahí. Ese es el motivo por el cual no convienen los sentimientos negativos al momento de la muerte. Pero para lograr esto, no basta con proponérselo simplemente: es necesario, durante toda la vida, tratar de ser positivos, concentrarse en la práctica, en la benevolencia, en todo lo bueno, para que de a poco vayamos limpiando nuestro interior.

–Quisiera preguntarle algo con respecto a lo que comentó de las familias –dijo Angélica–. Yo soy adoptada, y quisiera saber qué ocurre con el karma de las familias que participan en una adopción.

–Todo tiene que ver con la afinidad –respondió el Maestro–: nació en una familia, luego pasó a otra familia. También hay casos donde los bebés se mueren al poco tiempo de nacer: esto también es por el karma.

–En mi caso, sé que mis padres adoptivos habían adoptado antes a una nena, que murió. Y luego, al año, me adoptaron a mí –dijo Angélica–. Seguramente eso también tiene que ver con el karma.

–Hay veces donde no se logra una buena afinidad en la nueva familia. Mucha gente no entiende esto, y piensa que su familia original no la quería.

–Quisiera preguntarle Maestro –dijo Horacio– sobre las personas que no aceptan las leyes del karma. ¿Cómo se les puede explicar mejor para que lo entiendan? ¿O quizá es una prueba que deben sortear en su vida?

–Para esos casos, lo mejor es que esa persona vaya con su fecha de nacimiento y pida que le hagan un horóscopo chino o carta natal, donde se explica el pasado, entre otras cosas. Quizá ahí vea que le dicen muchos detalles de su vida, y cuando pregunte cómo es que lo saben, la respuesta será: está escrito en su karma. Si la persona cambia, y por ejemplo empieza a ayudar a los demás, a hacer donaciones, etc., entonces puede cambiar su destino para bien. Por eso, las palabras que dijimos, amor y devoción, son tan importantes.

–Tengo una duda –dijo Soledad– sobre el pago del karma, el tiempo que debe transcurrir hasta saldarlo.

–Es como una piedra de jade –dijo el Maestro–, que es opaca, pero que al pulirla mucho, aparece el brillante. Es ahí donde se limpia el karma.

–Maestro, usted comentó algo sobre un monje que, debido a su soberbia, estuvo quinientos años viviendo como un animal –dijo Juan Carlos–. Mi duda es, ¿todos los animales fueron antes personas?

–Nosotros, como seres humanos, tenemos que estar agradecidos –contestó el Maestro– y debemos cuidar nuestro comportamiento, nuestra moralidad. Cualquier cosa que haga, debe pasar por su corazón, su pensamiento, su virtud. Hay que evitar la codicia y el egoísmo, que generan mucho karma negativo.

El monje del cuento no solo era soberbio, sino también envidioso, por eso cayó tanto. Dependiendo de la gravedad puede caer a estratos más inferiores todavía, como virus y bacterias. Luego, para subir de nivel, ya no es tan fácil. No se puede subir al nivel de ser humano en forma directa. Por eso hay que cuidar la vida, mantener la mente siempre positiva.

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Resumen de la segunda parte de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 27 de marzo de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella