El Maestro muestra la rueda de una bicicleta que está puesta al revés: la gira, hasta que se ubica en una posición de equilibrio.

–Así es en la Naturaleza –dijo el Maestro–. De esta forma natural deben ustedes mover y acomodar el cuerpo. Hay que aprovechar las cosas que se nos presentan.

Cuando tenía 15 años, cerca de mi casa había un lugar donde enseñaban judo. Yo veía cómo practicaban. Más adelante, en el servicio militar, había un muchacho que era practicante de judo. Él quiso agarrarme muy fuerte, y sin embargo, aplicando una palanca, logré desarmarlo. Él se mostró muy sorprendido. ¿Cómo pude yo hacer eso sin haber aprendido ninguna técnica concreta? Por haber observado atentamente la Naturaleza y cómo se mueve el cuerpo.

Todo lo que vemos debe llamarnos la atención y estimular nuestro cerebro. Todo tiene sus causas y consecuencias. En la práctica es muy importante mantener el equilibrio.  Por ejemplo, cuando nacen los bebés, al principio comen poco y, día a día, lentamente, van comiendo más. Hay que ir de a poco para ir acostumbrando al cuerpo. Esto se da en todos los órdenes de la vida.

No hay que comer demasiado de golpe. Tampoco se puede hacer mucho ejercicio de golpe, o leer mucho, etc. Todo hay que hacerlo gradualmente, no hay que forzar los límites.

Todo esto es muy sencillo de decir, pero hay que prestar atención para observarlo y llevarlo a la práctica día a día.

Hay que entender el cuerpo, su estructura, cómo funciona, qué límites tiene. Primero hay que conocer y luego hacer; no al revés. Por eso nosotros, los seres humanos, día a día estamos aprendiendo, toda la vida. Nunca podemos decir “ya aprendí lo que necesito, ya es suficiente”.

——–
Resumen de la segunda parte de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 24 de abril de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella.