-Miren, si uno empieza a realizar los movimientos de taichi con todo el cuerpo la sensación cambia completamente, -dijo el Maestro-. Se siente vigor y felicidad, hay que hacer taichi como si fuera un baile, moviendo todo el cuerpo junto y con gracia.

Si realizamos los movimientos disociados y sin coordinación,  además de verse feos, no generan un buen efecto. Nuestra práctica es muy útil y completa, está orientada al desarrollo de la mente, unir mente y cuerpo nos ayuda a manejar cualquier asunto de la vida. Prestar atención a los pequeños detalles requiere de toda nuestra concentración, esto nos entrena y nos sirve en muchos niveles de la vida. Hay personas que no se dan cuenta de lo que les pasa, no llegan a ver las causas que generaron las situaciones que viven, se preguntan todo el tiempo “¿por qué me pasa esto a mi?”. Nuestra práctica nos da las herramientas para ver de manera más aguda nuestra vida y todo lo que nos rodea.

Hay gente que dice, si no veo no creo, pero ver es una cuestión de nivel. Por ejemplo ahora estamos acá en la plaza, se ven los árboles, los edificios y todo lo que nos rodea. Si ustedes no supieran y yo les dijera que acá cerca está el Rio de la Plata quizás no me creerían porque no ven el río. Pero si suben a un edificio alto lo verían. Subir de nivel amplía nuestra visión de las cosas, no se puede creer solo en lo que nuestros ojos nos indican, esa visión es muy limitada, si queremos aprender debemos confiar en la gente con más experiencia, si uno no cree nunca puede aprender.

Cuando se alcanzan niveles altos de chi kong se pueden ver muchas cosas que con los ojos no podemos ver, es decir subimos nuestro nivel y ahí vemos otras cosas. Hay que creer en uno mismo, practicar con devoción, con paciencia y concentración y no pensar que uno no va a llegar a niveles altos en la práctica, simplemente hay abrir la mente y seguir practicando.

En nuestro estilo de taichi es muy importante entender el uso del peso, cómo pasa de una pierna a la otra, hacerlo lentamente, cómo generar la fuerza con todo el cuerpo y no solo desde las extremidades. Por eso estamos utilizando estas tres clases para explicar manera especial estas cuestiones.

Hay un ejercicio de tao yin en el que nos movemos como un péndulo. ¿Por qué lo hacemos? Lo hacemos para entrenar como los brazos se mueven solo como consecuencia del movimiento del cuerpo, nosotros los dejamos libres no pensamos en ellos, esto nos sirve para generar confianza, fortalecer la mente, también tiene un efecto tranquilizante.

Muchas veces las cosas que nos salen fáciles o que tenemos muy practicadas nos hacen caer en la automatización y en la pérdida de concentración, por eso practicamos lento y siempre concentrados en los detalles, la idea es ver bien adentro de cada movimiento e identificar cada pequeña sensación.

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Resumen de la segunda parte de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 3 de abril de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Eugenio Fontana.