Experimentar para entender la teoría

Ago 18th, 2021 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Los ejercicios que hacemos al principio de la clase son muy importantes -dijo el Maestro -. Son veintidós movimientos que llamamos tao yin, que significa guía del taichi. Hacemos varias repeticiones de un mismo ejercicio para aprender a acomodar el cuerpo. Cuando hacemos las formas del taichi lo hacemos una vez sola y quizás no sabemos cómo acomodar el cuerpo y nos sentimos incómodos. Entonces con el tao yin, en donde hacemos 25 veces cada ejercicio, aprendemos con la repetición, como lo hacen los jugadores de fútbol o tenis, que practican muchas veces una jugada hasta hacerlas perfectas. Nuestro taichi consta de setecientos cincuenta y seis movimientos, si no comprendemos cómo hacer bien un solo movimiento, es muy difícil que aprendamos el resto.  Aquí aplicamos el principio de uno para todo. Debemos prestar atención a cada uno de los movimientos del tao yin para comprender el resto de los movimientos. Por eso les pido que me observen bien cuando hago estos ejercicios, sobre todo los alumnos nuevos deben estar cerca mio para que puedan ver bien todos los movimientos.

Siempre tenemos que optimizar nuestro tiempo, no debemos perderlo, ni un minuto, ni un segundo, tenemos que aprovechar cada momento. Siempre les digo que en esta vida tenemos que aprender siempre para nuestra próxima vida. Algunos no creen en la reencarnación porque no ven, lo ignoran. Pero ¿por qué existen personas con diferentes habilidades y talentos que se destacan de otras personas? ¿Por qué algunas personas nacen en diferentes familias de diferentes condiciones tanto material como espiritual? Todo es por karma, por afinidad. Todos tenemos diferentes profesiones y ocupaciones y distintas expectativas de vida o nos resignamos a vivir nuestra situación del momento. Todos tenemos capacidades que estuvimos preparando en nuestra vida anterior. Si nos gusta algo, tenemos que empezar a practicarlo, desde lo más básico, como ustedes que vienen aquí a practicar por primera vez taichi, se decidieron y comenzaron. Siempre hay que dar un primer paso para comenzar algo, no debemos poner excusas para postergarlo, no tenemos que dejarlo para después. Hay que aprovechar y hacerlo ahora. La vida y las vidas pasan, si no queremos aprender y crecer, entonces, después de la tercera oportunidad, vamos a dejar de reencarnar en seres humanos, regresaremos a vidas inferiores, podemos llegar hasta ser un virus. Una señora me comentaba que en la próxima vida quería ser una ballena, por su imponente tamaño y gozar de la libertad de estar en el agua, nadie la puede atacar. Yo le contesté que ese pensamiento es erróneo, porque sería un alma de un animal, de un nivel inferior, y nosotros debemos luchar y aprender a superarnos en los diferentes niveles como alma. Las almas de los animales deben tener un paso por otro plano y  practicar mucho para lograr la condición de reencarnar como humano. Es una transición muy difícil. Tenemos que observar muy bien el comportamiento de toda la Naturaleza para poder comprender este proceso. La Naturaleza se desarrolla y evoluciona en forma perfecta. Los seres humanos estamos para aprender, investigar, hay muchas cosas por descubrir. Nuestra práctica debe ser profunda, hasta ser uno mismo con la Naturaleza, para comprender todo el proceso.

A veces les cuesta entender las cosas que les digo a pesar de mis reiteraciones en lo mismo. Le voy pedir por favor a Darío que nos cuente su experiencia en cómo a través de la práctica encontró la explicación de lo que les enseño en la teoría. Yo les indico cómo hacer las cosas, está en cada uno de ustedes la búsqueda de entender con la práctica, con la experiencia.

–Yo entendí lo que el Maestro quiere decir con la teoría de la Unidad –dijo Darío –. Cómo estamos interrelacionados y que nada está aislado, por ejemplo, nuestro cuerpo se compone de células y cada uno de nosotros somos células de un gran cuerpo, tenemos la libertad de decidir ser una célula enferma o una célula sana, por lo que es nuestra responsabilidad la salud de nuestro planeta y de esto depende la salud del resto de los planetas y, así, la de todo el Universo. Entonces nadie es un elemento aislado, sino que nuestra acción y pensamiento, tiene influencia en todo. Vemos ejemplos todos los días, mi acción puede perjudicar o beneficiar a otras personas, desobedeciendo las normas de convivencia social, escritas o subyacentes, genera caos y afecta al resto del sistema. Otro ejemplo es la reflexología, que en el caso del pie, está reflejado todo nuestro cuerpo. Activando cada zona del pie, influimos en el funcionamiento del órgano reflejado. Asimismo nosotros somos el pequeño universo que afecta al gran Universo. Nuestra inteligencia es parte de la “gran inteligencia”, si nos enfocamos en algún deseo, entonces el Universo comienza a “operar” sobre esa información para que las cosas ocurran. Para mi fue una gran enseñanza al descubrir que nuestro comportamiento tiene consecuencias sobre el todo, sin importar tiempo ni espacio. Estamos todos interconectados en las acciones, sentimientos y pensamientos.

-Con nuestra práctica entendemos en forma completa la teoría del funcionamiento de la Naturaleza -continuó el Maestro-. Es muy importante para mí que me ayuden a explicar lo que quiero decir y a veces se me dificulta por el idioma, espero contar con la experiencia de aprendizaje de cada uno de ustedes para que compartan con el resto y comprendan con mayor profundidad nuestra práctica.

Sólo con la teoría o leyendo libros no lograremos entender la enseñanza, debemos internalizarla concentrándonos en la sensación que produce en nuestro cuerpo al practicar. Ante determinados estímulos, nuestra respuesta o sensación es subjetiva de cada uno, algo nos puede parecer más acido o menos ácido, o más frío o más caliente. Por eso debemos experimentar con nuestro propio cuerpo para comprender cómo es lo que conocemos en la teoría.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 14 de agosto de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Sergio Arakaki.

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