Respiración y concentración

Oct 10th, 2021 | By | Category: Charlas con el Maestro

El Maestro habló sobre un video que compartió con los alumnos en el que aparecen un hombre y un elefante.

-En ese video descubrí una cosa. Tiene muchos detalles pequeños. ¿Su dueño lo cuida bien o no? Si lo maltrata, el elefante no será mimoso con su dueño. Cuando le da un beso significa que su dueño lo trata bien. Lo cuida y le hace masaje en sus patas. Por eso entre ambos hay un buen sentimiento. Por eso cuando comparto un video ustedes deben prestar atención a las pequeñas cosas, a los detalles. Todo momento es una oportunidad para observar y aprender.

Porque la gente está más dispersa en la actualidad y no están tan concentrados. El último tiempo con el avance de la ciencia, la vida es más liviana y más fácil. Nosotros debemos aprender a manejar bien nuestra mente y no depender de un aparato. Nuestra mente es muy sensible y más completa para lograr cosas; más que cualquier máquina o robot. Solo la mente, el cerebro del humano puede lograr cosas tan completas. Por eso con el avance de la tecnología que realiza cosas muy rápido, el humano está perdiendo su capacidad de utilizar su mente. Por eso practicamos nosotros. Para aprender bien a manejar nuestra mente y cuerpo. Antiguamente la gente estaba más concentrada. Trabajaban con mayor fuerza y peso.

Una alumna comenta que estaban concentrados en la actividad física. Otra dice ahora no mueven el cuerpo y que apenas se exponen al sol.

-Si no están concentrados podían lastimar su cuerpo. Por eso al hacer fuerza uno debe acompañar con la respiración. Si no se toma aire no hay fuerza. Si están concentrados en la respiración, naturalmente la mente está concentrada y los movimientos salen correctamente. Por eso en nuestros ejercicios siempre acompañamos con la respiración. Para sanar el cuerpo y también por el aspecto espiritual. ¿Quién sabe explicar que es espiritual?

-Si solo fuera algo espiritual sería algo volcado únicamente hacia adentro y no habría ninguna acción externa –dijo Luis-. Toda la acción estaría volcada hacia uno mismo. Si fuese algo para afuera solamente, habría acciones volcadas hacia afuera pero no habría ningún trabajo interno.

-¿Y cómo mantener el trabajo interno? -preguntó el maestro.

 -Tiene que haber un equilibrio entre los dos, tanto el trabajo interno y externo son necesarios –dijo Luis.

-Un primer paso para practicar la concentración, es tomar aire en forma lenta. Es el comienzo para la práctica interna, espiritual. Uno se pone a meditar sentado y la mente fácilmente se desconcentra y se va de paseo. Ahí la mente está afuera en lugar de adentro. Cuando uno logra controlar la mente se conecta con su alma y puede conectar con la Naturaleza y el universo. Para lograr eso uno debe lograr la tranquilidad. Aprender la respiración es el primer paso. Cuando hacemos taichi o chi kong, practicamos quedarnos quietos, para regular la respiración. Luego esto ayuda a regular la respiración durante los ejercicios y permite generar la energía. Esta energía nos aporta más voluntad en la práctica. Además, brinda una sensación linda que nos hace sentir bárbaro. No conozco a nadie que al sentir la energía haya dicho “qué fea sensación”. Primero hay que lograr la tranquilidad. La forma nos ayuda en ese camino. Luego al hacer los ejercicios acompañarlos con la respiración. La respiración nos ayuda a mejorar la concentración. También es importante que la mirada acompañe el movimiento. Si el cuerpo va para un lado y los ojos para otro, la mente se dispersa. Los ojos enfocan en un punto solo y acompaña la movilidad. De esta forma el cuerpo se mueve como unidad y no se lastima. El primer nivel de taichi es aprender los movimientos. El segundo nivel se alcanza solo al concentrarse más, sino no es posible avanzar.

Eugenio comentó la experiencia de Ariel Yablón, que practica desde el 2008 y recientemente tomó la ceremonia de pai zu. Al escuchar el relato de Claudia de la semana pasada quien también hizo pai zu con él, compartió que al igual que ella, siente más conexión con la escuela y los maestros anteriores del linaje. Los días que no tiene tanta voluntad para practicar, le aparece la imagen del Maestro o del sukong y esto le ayuda y brinda más voluntad y energía para la práctica. Esto demuestra que el compartir la experiencia de uno puede ayudar a otros compañeros. Y también como dice el maestro que hacer pai zu nos conecta con el linaje de la escuela.

-Por eso cuando hacemos la ceremonia yo pongo los datos del nuevo discípulo para que el sukong lo identifique y luego pueda ayudarlo en su práctica y en su vida en general –dijo el Maestro-. Por eso la ceremonia es tan seria e importante para nuestra escuela. La energía que generemos en nuestra práctica durante nuestra vida, nos ayudará para las próximas vidas. En la próxima arrancamos en un nivel superior.

-Durante el primer año de práctica sentí cosas muy especiales tanto con el Maestro como con el sukong –dijo Soledad-. Hoy me resultan naturales y diariamente tengo presente sus enseñanzas. Cuando como carne me aparece su imagen y siento que tengo que cambiar esa costumbre. Todavía no lo logré.

-Yo practicaba todos los días con mi Maestro. El me mostraba una técnica unos pocos minutos y se iba a sentar a otro lado. Luego me contaron personas que paseaban en el parque que el Maestro me observaba de diferentes lugares por lo que valoraba mi práctica. Eso me puso muy contento. Yo practicaba mucho. A los 3 años mi maestro me ofreció hacer la ceremonia de pai zu. Me puso muy feliz. Yo practicaba siempre con voluntad, devoción y respeto por mi maestro y sus enseñanzas. El respeto es muy importante. Por uno mismo y por el prójimo. Con respeto uno puede avanzar en su nivel.

-El universo siempre está escuchando nuestros pensamientos –dijo Darío-.  Durante la entrada en calor tuve algunos pensamientos. Vi un bicho que parecía estar agonizando. Pensé en ayudarlo y llevarlo a la sombra. Finalmente, unos minutos después se levantó y se fue volando. El universo siempre nos da lecciones si estamos dispuestos a observar. Luego mientras tenía otro pensamiento, se me acerco un perro. Su dueña lo llamó por su nombre: África. No creo que sea casualidad. Todas son señales y uno tiene que estar atento con ojos y oídos y reflexionar. Esa es la práctica de 24 horas. Estoy muy agradecido con el maestro Chao. El mérito de un maestro es generar alumnos independientes, para no depender del maestro toda la vida. No todos los maestros ensenan así. Como la fundación Tzu Chi dice, ayudar y enseñar.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 9 de octubre de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein.

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